Los bultos anormales y los bultos en la piel pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Afortunadamente, la mayoría de estos son benignos (no cancerosos).
Bultos comunes no cancerosos bajo la piel
Si un bulto o protuberancia se desarrolla dentro de uno o dos días, y se asocia con hinchazón y dolor, generalmente se debe a una lesión o infección. Por ejemplo, una ebullición es una protuberancia roja dolorosa que generalmente es causada por la infección bacteriana de un folículo piloso. Puede convertirse en un absceso si el líquido infectado es atrapado y aumenta de tamaño. Un ganglio linfático pequeño también puede sentirse como un bache suave, que suele asociarse con una infección en algún lugar del cuerpo. Si estos no mejoran en pocos días o empeoran con otros síntomas como fiebre, inflamación y dolor, consulte a un médico inmediatamente para recibir tratamiento con antibióticos.
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Otros crecimientos no cancerosos en la piel incluyen:
- Verrugas – pequeños, ásperos, indolores golpes duros, que por lo general aparecen con puntos negros y son causados por el virus de la piel.
- Lunares – por lo general marrón, bronceado o de color de la piel; Son inofensivos siempre que no cambien de tamaño o apariencia.
- Granos o callos – engrosamientos de la piel que se desarrollan como resultado de la presión continuada (de los zapatos apretados, por ejemplo)
- Hiperplasia sebácea – también llamada hiperplasia senil, porque es común entre los individuos de mediana edad y los ancianos. Este pequeño bulto de piel consiste en una erupción suave, amarillenta, en forma de cúpula, que puede tener una depresión central (umbilicada). Se encuentra comúnmente en la frente, nariz y mejillas.
- Lipoma – el bulto de tejido blando más común que consiste en grasa. Generalmente es de crecimiento lento con una consistencia firme y elástica. La mayoría de los lipomas son pequeños, pero algunos pueden alcanzar más de 20 cm de diámetro. Estos son generalmente asintomáticos, pero pueden causar dolor si comprimen los nervios adyacentes. Los lipomas ocurren comúnmente en los hombros, espalda del cuello, tronco y axila, aunque pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo.
- Quistes – sacos cerrados debajo de la piel, que pueden contener pus, líquido u otro material. Estos son generalmente de crecimiento lento, sin dolor y suave. Pueden desarrollarse debido a la obstrucción de las glándulas sebáceas, la infección o debido a la presencia de un cuerpo extraño. Pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo sin causar síntomas, a menos que se rompan y se inflamen o se infecten.
- Dermatofibromas – estos nódulos firmes se encuentran en cualquier parte del cuerpo, pero se encuentran más comúnmente en la parte frontal de las piernas. No está claro si son nuevos crecimientos o si se desarrollan debido a reacciones a picaduras de insectos, traumatismos menores, infecciones virales, foliculitis o quistes rotos. Pueden ser de color marrón, morado, amarillo, rosa o rojo.
- Neurofibromas – son crecimientos suaves, sin dolor, carnosos que se encuentran en o debajo de la piel. Pueden, sin embargo, afectar a un nervio sensorial y causar una sensación de “choque eléctrico” cuando se tocan o causar dolor cuando comprime el nervio.
Hay otros tipos de bultos inofensivos que pueden crecer debajo de la piel, pero algunos de ellos pueden convertirse en cáncer o agrandarse y afectar su apariencia. Si usted tiene un tumor o crecimiento de la piel que parece inusual, se siente doloroso o cambia en tamaño, forma y color, consulte a un médico para la evaluación y el tratamiento adecuado.