Revista Diario

Bunny Boo, de Smart Games

Por Una Mamá (contra) Corriente @Mama_c_corrient

Bunny Boo, de Smart Games

Uno de los “regalos estrella” del cumple de Bebé fue Bunny Boo, de Smart Games ya que lo demás fueron detallitos en los que íbamos a lo seguro.

Como comenté cuando os explicaba qué le habíamos comprado para su tercer cumpleaños, era el regalo más arriesgado ya que es un juego que implica pensar y concentrarse y ahora mismo Bebé está en una etapa muy física. Aún así, dada nuestra estupenda experiencia con Castle Logix, de la misma marca, que le regalamos a Mayor hace unos meses, quisimos probar si le entusiasmaba tanto como a su hermano un juego de estas características, es decir, un juego de lógica tipo puzzle en tres dimensiones.

Bunny Boo trae tres piezas de madera de diferentes tamaños y colores y un conejito. Se acompaña de un juego de cartas en las que se muestran diferentes “figuras” que el niño tiene que reproducir. Bunny Boo juega con los conceptos espaciales: delante / detrás, escondido / visible, arriba /abajo.

En el vídeo podréis ver mejor cómo se juega con Bunny Boo:

Nos decidimos por Bunny Boo porque en la página de Smart Games se indicaba que era para niños a partir de 2 años, por lo que entendíamos que los primeros niveles serían muy sencillos. Además que nos gustó mucho viendo el vídeo.

Lo cierto es que el juego no nos parece para niños de 2 años y aunque las primeras cartas son facilitas, enseguida se complica bastante. De hecho, tengo dudas de que sea un juego para niños de 3 años recién cumplidos aunque en esto siempre influye el gusto de cada niño y cuánto haya practicado previamente con este tipo de juegos.

Al principio Bebé no le hizo ni caso. Bueno, lo utilizó para hacer unas cuantas torres, para lanzar las cartas por todas partes, y poco más. Pero tras unos días guardado lo hemos vuelto a sacar al mismo tiempo que Mayor juega con Castle Logix y ha tenido bastante más éxito. Al principio le hemos tenido que explicar el concepto varias veces, más que nada porque el quería construir a lo loco y pasaba de copiar lo que le indicara la carta. Las últimas veces que hemos jugado se lo ha pasado bastante bien aunque por un corto espacio de tiempo.

Mayor también ha jugado a Bunny Boo, de hecho alguna vez se lo intercambian. Obviamente para él resulta más sencillo aunque los niveles avanzados me hacen pensar incluso a mi. Lo cierto es que mi visión especial es lamentable y creo que tengo que pensar más en los desafíos complicados de Bunny Boo que en los de Castle Logix.

Me gusta Bunny Boo porque al igual que Castle Logix sé que es un juego al que daremos más uso más adelante, que no es juguete de un día. Me parece una estupenda inversión para esas largas tardes de invierno en las que ya no sabes qué hacer para entretenerles.

Al igual que Castle Logix, las piezas de madera me gustan mucho y me dan sensación de buena calidad.

Como punto negativo diría que no me gusta que las fichas con los desafíos vengan sueltas porque es imposible tenerlas ordenadas y corremos el riesgo de que se pierdan. Me gusta más la versión cuadernillo que trae Castle Logix. Y la caja para guardar me gustaba más la de Castle Logix, me gustan las cajas en las que se puedan guardar las cosas sin dificultad ninguna y sin tener que hacer tetrix para que encaje y cierre bien.

Como siempre (y más desde que tenemos la versión Premium), compramos Bunny Boo en Amazon España por unos 20 euros.


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