Por Mila desde Chile
Hace algunos años atrás fui a Disney con mi familia, en pleno verano. Yo creo que habían fácil unos 40 grados celsius de temperatura. Era una temperatura insoportable, por lo que solamente se podía vestir un short y polera, o mejor un mini vestido holgado y liviano.
Paseando por los parques de diversiones, me topo con una mujer musulmana, vestida con una burka negra. Parecía muerta de calor. No pude no pensar que hacía esa mujer para calmar el calor.
La cultura de la mujeres musulmanas siempre me ha despertado curiosidad, porque es tan diferente a la mía. Hablando de de su manera de vestir, el solo mirarlas me produce compasión, porque para mí ese atuendo sería lo más incómodo y claustrofóbico que hay. Seguramente para ellas mi forma de vestir también les parecerá extraña. Dejo claro y afirmo que respeto su cultura por diferente que sea a la mía.
Es por esto que los burkinis me parecen una genial idea. Creo que el burkini logra acercar a estas bellas mujeres a la vida más outdoor, en lo que a deportes acuáticos o de típicos juegos de playa se refiere. Así también, no necesitan romper sus reglas y siento que nos acerca más a ellas. Espero ver algún día alguna mujer luciendo su burkini.
Los burkinis son unos trajes hechos de lycra y diseñados especialmente para ellas. El burkini les cubre todo el cuerpo, desde las cabeza a los pies, dejando al descubierto la cara, los pies y las manos. Hay de diferentes diseños y colores, por lo general inspirados en toda la onda playera, como con las típicas flores hawaiianas que tendría un bikini.
Según lo que averigüé en la web, salió al mercado en Australia, donde fue todo un éxito: en un mes se vendieron 9.000 unidades, a un precio de unos 100 euros cada uno.
Si has encontrado interesante este curioso traje para el agua, te recomiendo leer el artículo a continuación: El burkini triunfa entre las mujeres britanicas