Revista Educación

Busca, compara y escoge lo mejor

Por Juancarikt

El propósito de la educación en 500 palabras. Purposed[ES]

Estas son mis 500 palabras aportadas al proyecto #PurposedEs. ¿Cuál es el propósito de la educación?
Uno de los mejores recuerdos que guardo de mi labor docente es la primera vez que llevé a mis alumnos a medir alturas de objetos  innacesibles para ellos. Desde el patio del instituto debían calcular la altura de farolas y árboles situados más allá de las vallas que rodeaban el edificio. Pertrechados con rudimentarios medidores de ángulos y cintas métricas, entendieron en media hora lo que después de varios días, el  libro de texto y mis explicaciones en la pizarra no habían conseguido: la trigonometría.
La última satisfacción ha sido cuando uno de nuestros alumnos de 1º de ESO escribió, hace unos días, un artículo para nuestro blog-concurso sobre el día del número Pi. Describia cómo había trazado su ruta de aprendizaje sobre ese número, desconocido para él,  a través de la información que encontraba en Internet. Lo sorprendente del post era su reflexión final. Decía : 'Creo que los que entienden bien el número pi deben ser capaces de explicárselo a sus abuelos y que lo entiendan. He sido capaz de explicarlo a mi hermano pequeño y a mis padres, pero no a mis abuelos. Debe ser que no lo comprendo bien todavía'.

En los dos casos, cuando los alumnos han participado activamente en su aprendizaje, han sido capaces de transformar información en conocimiento, teniendo incluso la iniciativa de autoevaluar cualtitativamente su propio proceso de aprendizaje. Parece claro que éste debe ser un objetivo educativo prioritario. 

No es el único. Cada alumno, cada profesor y cada familia propondría uno distinto según sus circunstancias sociales, visión de futuro o prioridades personales. Pero el gran propósito, que sin duda impulsará todos los demás, es la ilusión: educar con ilusión y motivación para tener la capacidad de generar lo mismo. Ésto lo conseguiremos conectando la educación con la vida, y adecuándola a ella, no matando la innata creatividad de los niños ni coartando su curiosidad.  No creo que la escuela deba tener como objetivos hacer felices a los niños, o enseñarles a librar batallas contra la frustración, o a hacerles soñar. Para eso están sus padres, sus madres o sus tutores, que tienen la obligación y la necesidad de educar en primera persona. Lo que no tiene que hacer es, como decía Diego García en su post, destrozar la felicidad que traen los niños de serie. En todo caso, deberá detectar carencias y orientar a las familias.

El propósito de la educación en 500 palabras. Purposed[ES]

por swissrolli

¿Y cómo generamos ilusión? Como decía aquel anuncio de detergente: busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo. Conozco profesores que, estando al borde del síndrome del docente quemado, optaron por buscar, comparar y encontrar otras vías para enseñar, y han recuperado esa ilusión por su trabajo. Han visto como alumnos somnolientos que vegetaban  en sus pupitres, han comenzado a despertar y ahora se implican, colaboran, producen, construyen y les gusta aprender porque ellos mismo contribuyen al proceso.

Pero en el aula hay mil problemas que hay que solucionar a tiempo real. Y estos profesores, de a pie de aula,  que están buscando generar cambios perdurables en la forma de enseñar y aprender, que dedican gran tiempo de su tiempo libre a investigar y promover nuevas vías, enredar y colaborar con otros docentes y a inventar nuevas y buenas prácticas para sus alumnos pueden llegar a sentir que, por ser la punta de la lanza innovadora, se les pide demasiado. No nos confundamos, no tienen por qué ser docentes 24 horas al día, 365 días al año. Sí, tenemos que movernos en espacios que vayan  más allá de la escuela, pero cuidado no vayamos a agotar irreparablemente el camino abierto. Como dijo Confucio, 'El gobierno es bueno cuando hace felices a los que viven bajo él y atrae a los que viven lejos'.


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