Mis hijos me dicen que soy un poco despistado y aunque me gustaría que la imagen que tienen de mí fuera algo más idílica, tengo que aceptar que tienen bastante razón. Si estoy pensando en algo puedo cruzarme con mis padres por la calle y ni siquiera saludarlos, no por ser mala persona, sino porque no les veo, estoy tan concentrado que ni siquiera soy consciente del entorno que me rodea.
En cuanto me sumerjo en algún tipo de proceso mental, pierdo el mundo de vista o me salto pasos al hacer las tareas más rutinarias o directamente, pierdo el marco de referencia en la realidad que habita mi cuerpo, que no mi mente. En un Kentucky Fried Chicken me vi incapaz de pedir nada porque en el cartel ponía 21 peces y no podía procesar como en este tipo de restaurantes ofrecían peces como parte del menú, sobretodo cuando los peces se refiere más a los animales vivos y pescado cuando están ya preparados para comer. El caso es que no eran peces en castellano sino en catalán que significa piezas. Para mi consuelo existe el refrán de mal de mucho consuelo de tontos, que ahora que lo pienso me coloca en la categoría de tonto pero al menos somos más, un amigo fue a comprarse ropa interior a Zara Home y la cara de la dependienta fue todo un poema intentando explicarle que home era más bien casa en vez de home en catalán, que significa hombre.
El caso es que yo soy muy aficionado a mucho tipos de novelas, entre ellas las de terror, y cuando leía blogs de marketing -por mucho que me gustaría matarlos a todos tendría que aceptar que tarde o temprano tendría que matarme a mi mismo y el médico me ha prohibido el suicidio porque tengo la presión muy alta y podría dejar de respirar para siempre, o incluso peor, convertirme en un extra de The Walking Dead- había un concepto que siempre me llevaba a la confusión: Busca tu nicho.
Hablaban de conceptos que conozco y me suenan, Google Trends, Adwords, análisis de tráfico por palabras en las cientos de plataformas que existen -y que viven de usar mayormente datos de Google-. Pero lo que no acababa de entender era el morbo de ponerse a buscar un nicho y que relación tenían todas estas tecnologías a la hora de escoger que tipo de ataúd hay que escoger a la hora de reunirse con Chus y sus secuaces. En serio, una vez te mueres te importa todo esto bastante poco, suficiente tienes tu con esto de descubrir si hay algo después de la muerte o si la vida es una broma de mal gusto. Personalmente, yo soy partidario de ir a la opción más barata y sin liarse, la gente no está para ir de arriba a abajo mirando páginas webs y métricas y prefieren centrarse en el recuerdo de la persona que ha fallecido y contarse historias de cuando estaba con nosotros.
No fue hasta un buen rato después que me di cuenta de que tenía el marco conceptual totalmente equivocado, yo estaba todavía atrapado en una novela de Stephen King y estas buenas gentes estaban usando otra acepción de nicho, y además una que no está recogida en la RAE. Si como mínimo los de marketing siguiéramos nuestras propias normas lo habríamos anglificado y llamaríamos Graveyard Holing y así nos ahorramos confusiones.
Aclarada la confusión me di cuenta que yo no había buscado nicho, ni el de la horizontalidad ni el del mercado. Simplemente voy viviendo hasta que me muera y voy escribiendo sin pensar a que mercado me quiero dirigir. Esta falta de planificación explicaría porque soy tan feliz la mayoría de las veces, pero también es una demostración de que yo soy bastante peculiar en muchas facetas. Como de como vivo a nivel personal y mis planes a la hora de morirme no me interesan ni a mí creo que voy a explicar el tema de porqué sigo escribiendo a pesar de no tener un plan perfecto y detallado para dominar al mundo, porque ya puestos a buscar nichos, busco uno que sea grande.
Honestamente, nunca he buscado un nicho pero tengo la ventaja de que escribo porqué me gusta y he escrito siempre lo que me apetecía, tanto es así que me han llegado a llamar la atención desde los poderes fácticos empresariales por el tono que tienen mis post.
Reconozco que tengo instalado los sistemas clásicos para medir el rendimiento de la web, tengo los funnels, el sistema para codificar los post para que sean más agradables a los buscadores, pero es un trabajo que hice para que fuera automático y yo poder olvidarme de tener que pensar en términos SEO. Soy consciente de que es un error si soy purista y que cada post ha de ser trabajado de forma individual, pero vuelvo a insistir, yo escribo porque me divierto.
A pesar de tener todas estas cosas instaladas, muy pocas veces miro las estadísticas, honestamente no me interesan demasiado cuando se refieren a este blog. Están ahí, sirven cuando nos ponemos en plan macho alfa y te dicen ¿y tu cuantas visitas tienes?, pero la verdad es que me parece un ejercicio de vanidad que a nivel personal no me dice nada. Leo blogs que tienen más visitas que el puticlub de mi barrio y curiosamente, su función social es inversa a a su fama. No consiguen aportarme nada a nivel emotivo o personal, son documentos más o menos técnicos que me dejan totalmente frío.
Quizás es que separo lo que es información profesional y lectura por placer y cuando hablamos de lo primero acabo acudiendo a fuentes más o menos referenciadas y formales. Si quiero saber de SEO en Google me leo los documentos de Google, si quiero divertirme me leo un blogger que quizás hable de SEO pero me entretiene.
Personalmente yo no se en que categoría me coloca la gente, tengo claro que no soy una fuente de referencia porque no entro en los detalles que puedan solventarte un problema y me dedico a hablar sobre los temas que me llaman la atención, reflexiono sobre ellos a medida que escribo y lo intento hacer con la intención de que la gente sienta algo, pero esperando que ellos se diviertan leyendo tanto como yo escribiendo.
A pesar de estar catalogado en la subcategoría de raros, tengo amigos -pocos, muy pocos- y muchos conocidos, y se que muchos de ellos escriben cien veces mejor que yo, pero parece ser que yo tengo algo que ellos no tienen, una forma de expresarme que no es habitual y que dicen que engancha. Quizás sea como la tónica, o te gusta o no, pero el caso es es, que hay personas que se distraen de su realidad durante cinco minutos leyendo mis tonterías.
Así que reflexionando, no tengo un público que busca respuestas a preguntas concretas, sino gente que le gusta como presento la realidad y como la retuerzo hasta hacerla irreconocible. Dudo bastante que esta definición se pueda considerar como un nicho, como mínimo a la hora de monetizar, porque parece ser que todas estas historias se montan para sacar unos dineros extras.
Llamarme tonto, pero yo nunca he conseguido monetizar el blog. Me dio por instalar algunos programas de publicidad pero me resultan tan molestos que me entraba la vergüenza ajena al pensar que la gente tendría que soportarlos. Lo que si he hecho ha sido escribir para terceros, lo cual esta bien porque sigues haciendo lo que te gusta, te pagan y nadie sabe que tu eres el culpable de ese artículo en esa revista.
Quizás, la última modificación que estoy haciendo es pedir a la gente a registrarse si quiere leer un post de más de siete días, pero es más por ver si el esfuerzo que me cuesta escribir un post tiene el mismo valor para la gente que el registrarse para leerlo.
Pero para resumir, que ya es hora de comer y tengo el estómago en fase de imitación del monstruo de Lago Ness, tengo la suerte de no buscar el ganar dinero con el blog, el blog es mío, pago yo el hosting y el dominio, las modificaciones en Drupal me las hago yo solito, y todo esto me permite hacer lo que me salga de las narices y mi única obligación es escribir un post cada día como si fuera un trabajo.
Y si has llegado hasta aquí, ahora tengo una duda, te llamo Nicho o te llamo lector, usuario, fan, ¿como te llamo ahora?, supongo que la mejor opción es robarle el nombre al amigo invisible de un amigo mío y llamarte Topocho, pero sino te gusta déjame un comentario y dime como quieres que te llame -si, lo se, toca registrare pero son 10 segundos y este post me ha costado cuarenta minutos en escribirlo-
[1] Al rico pollo rebozado que va directo a los michelines.
[2] Hay que despedir al diseñador de la página, estaba con la música a todo volumen y he entrado en su página y me ha saltado un midi, que susto por Dios.... en fin, esta es la web
[3]Tendencias e históricos de búsqueda de palabras claves. Web
[4]Si, el sistema de publicidad de Google.
[5] Si Dios es el padre de todos nosotros entonces Jesús es mi hermano y como tal le llamo con el diminutivo, que para eso somos familia.
Del it. ant. nicchio.
1. m. Concavidad en el espesor de un muro, para colocar en ella una estatua, un jarrón u otra cosa.
2. m. Hueco practicado en un muro para alojar algo dentro, especialmente el que sirve para depositar cadáveres o sus cenizas en un cementerio.
[7] Un nicho de mercado es un término de mercadotecnia utilizado para referirse a una porción de un segmento de mercado en la que los individuos poseen características y necesidades homogéneas, y estas últimas no están del todo cubiertas por la oferta general del mercado. Wikipedia.
[8] Una promesa que hice a mi hermano, son esas cosas que pasan cuando te da por prometer cosas sin planificar el coste de cumplirlo :)