Son niños y niñas que están institucionalizados, necesitan una familia y en el registro de aspirantes a adoptar no hay personas que coincidan con su perfil.
"Ella tiene 13 años. Le gusta cantar reggateón, bailar, escuchar trap y cocinar. Actualmente cursa primer año y es muy sociable. Desea estudiar maestra jardinera. Tiene hermanos con los cuales desea seguir manteniendo contacto". Esta es una de las 7 convocatorias públicas de adopción que actualmente están vigentes en la provincia de Río Negro.
Son tres adolescentes de 13, 14 y 16 años en Viedma; dos adolescentes de 13 y 15 años en Luis Beltrán; un niño de 4 años en General Roca; y dos hermanas adolescentes de 13 y 16 años en Bariloche, que están institucionalizados y necesitan una familia. Para eso, la Justicia provincial lanzó estos llamados a través de los medios de comunicación y también por las redes sociales bajo la consigna "si lo difundís, ayudás a encontrar una familia".
Silvana Mucci, titular del Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (RUAGFA) de Río Negro, explicó a RÍO NEGRO que este tipo de convocatorias abiertas son excepcionales. Se realizan una vez que se agotó la búsqueda -en la base de datos informática- de postulantes inscriptos en el registro local y regional; y después de que haya terminado el proceso de pedido de colaboración a la Red Federal de Registros.
Según datos oficiales difundidos por el Poder Judicial, en la provincia hay 163 familias inscriptas en el registro. Del total, hay 134 que actualmente están en condiciones de ser convocadas en cualquier momento para iniciar un proceso de vinculación.
Mucci precisó que la mayoría se inscribe para niños y niñas de 0 a 3 años. "La cifra es de alrededor del 90%, y por esa razón no hay personas en ese rango de edad que estén esperando una familia. Para los más grandes, de más de 12, que integran un grupo de hermanos, o que tienen alguna enfermedad o discapacidad, no se encuentran anotados en ese tipo de perfil", indicó.
Una vez que se llega a la declaración de adoptabilidad, primero se indaga en el registro local, porque se privilegia el lugar de residencia de los niños. Si no aparecen coincidencias dentro de los inscriptos, se indaga en el registro regional y si allí tampoco hay, entonces "no queda otra posibilidad que la convocatoria pública".
Estos llamados "tienen un formato totalmente distinto, -manifestó Mucci-. Se pueden anotar todas las personas interesadas, estén incluidas o no en el registro porque es una convocatoria ampliada por fuera del registro".
Contó que a diferencia de otras provincias, en Río Negro empezaron a hacer flyers (piezas comunicacionales que se comparten por redes sociales) cuidando la identidad de los niños y difundiendo información básica para que los conozcan sin intención de objetivarlos. Es por eso que reflexionan permanentemente en torno a qué datos difundir y cuáles no. La idea es remarcar las potencialidades y no las debilidades. La diferencia con la convocatoria tradicional, escrita en lenguaje judicial, es más notoria y les da mejores resultados.
En este sentido, consideró que las redes sociales ampliaron las posibilidades de difusión y por lo tanto de encontrar familias. "Está demostrado que las personas le dan mayor credibilidad a algo que compartió un amigo que a algo institucional. Paralelo a esto, cuando el Estado lanza un llamado así debe tener estar preparado con profesionales capacitados para dar respuesta", aseguró.
Esta modalidad de convocatoria despierta una "sensibilidad especial" porque describe características de los niños y niñas: nos indican cómo son, qué actividades les gustan, cuáles son sus deseos, qué aman. Pero también implican un mensaje a quienes decidan asumir el compromiso de dar una familia: estar dispuestos a brindar amor, protección, cuidado, tiempo e interés.
En este sentido, indicó que a partir de la reforma del Código Civil en el 2015 se incorporaron todas las constituciones familiares: monoparentales, de personas del mismo sexo, o inclusive multiparentales que son aquellas en las que más de dos personas que ejercen el rol de forma legal. "Ha cambiado el derecho porque ha cambiado la sociedad", destacó.
Para Mucci, lo más importante es poder "ahijar", concepto que definió como "la capacidad de parentalidad, de cuidar y acompañar el desarrollo integral de estos niños que tienen una historia". No solo engloba cuestiones materiales sino también espirituales y afectivas.
"La experiencia nos ha demostrado que, en general, quienes se insertan en un proyecto familiar pueden hacer realidad sus deseos. Lo que se necesita es ver de qué manera los adultos estamos en condiciones de cobijar y qué herramientas podemos desarrollar como sociedad para garantizarles a los niños más grandes -que no tienen de 0 a 3 años- su derecho a tener una familia", concluyó.
Etapas del proceso de adopción
1) Búsqueda en el registro y selección de postulantes mediante varias entrevistas. Si no se encuentran inscriptos acorde a las necesidades, se amplía mediante una convocatoria pública.
2) Primeros encuentros: la vinculación.
3) Guarda con fines adoptivos. No puede exceder los 6 meses de duración.
4) Juicio de adopción. Mediante este proceso se otorga a la niña, niño y adolescente la condición de hijo/a.