Buscando a Mercedes y Encarnación Gea García, naturales de Vélez Rubio, Almería.
Mirad atentamente a esta foto antigua. Ella es Encarnación Gea García. Envió esta postal a su tío residente en Filipinas y nacido en Vélez Rubio, como ella.
Y os presento a su hermana, Mercedes Gea García, ambas hijas de Andrés Gea Nache y María Dolores García Pérez.
Su tío Domingo Antonio Pedro García Pérez viajó a Manila, Filipinas en 1900 y conservó su nacionalidad.
Fotografía de Domingo Antonio Pedro García Pérez.
Él fue un comerciante próspero que se ocupó de mantener vivo el lazo con su familia de Almería.
Quedaron en la casa de la calle El Carrasco, su madre viuda y su única hermana viva, recientemente casada. En la calle de Valiente nació su primera sobrina. De las que firman como Mercedes y Encarnación no logramos encontrar su nacimiento, puesto que en Registro Civil aparecen dos hijas y ningún otro descendiente, llamadas Ana María y María Gea García. ¿Será Mercedes y Encarnación el nombre por el que eran conocidas y Ana María y María el nombre oficial?
En Vélez hubo un porcentaje importante de la población que la abandonó buscando un sitio más próspero. De hecho, Domingo, enviaba muchas veces dinero a su familia de España.
La correspondencia se mantuvo hasta 1927, cuando Domingo falleció, poco a poco la comunicación cesó.
Y desde allí perdemos la pista. No hay rastro alguno de ellas, sus padres o su abuela.
No se registra el fallecimiento de la madre de Domingo, ni el nacimiento de más hijos del matrimonio entre Gea Nache y García Pérez. No queda rastro del apellido Nache en Vélez. ¿Dónde se fueron?
Es notable aunque sea sólo anecdótico, que en las fotos de las chicas, puede observarse que usaron el mismo vestido, que tal vez era prestado. Ambas usan las mangas dobladas en su extremo y se me ocurre que llevan luto extremo al adivinar que su expresión más que seria, se torna triste.
En el año 1976, el 3 de marzo, Ana María Gea García pidió una copia del certificado de nacimiento para que se le expidiera el DNI (Documento Nacional de Identidad). Tenía 81 años cuando lo pidió. ¿Desde dónde lo hizo?
No hay registros de defunciones, matrimonios o algún otro acto civil de ninguno de los mencionados. En el censo y los padrones de la Calle Valiente, no aparecen… Hablamos con los vecinos de la calle Valiente, no les suenan los apellidos. Aunque es verdad que en el pueblo, todos se conocen por apodos. Así están los hijos del “mochila”, los de “la cascarilla”, los “del manco” y más.
La parte que más me cautiva de esta historia es la siguiente:
Domingo Antonio Pedro tuvo varios hijos, uno de ellos, Andrés García Jamoralín en el año 1971, persiguiendo una pista falsa, viaja con la intención de conocer a sus primos y sobrinos…
Desempeñándose en ese momento como Agregado Militar de la Embajada Filipina en Suiza, mientras viajaba hacia Vélez Rubio recibe un telegrama que le ordena regresar con urgencia a resolver un caso.
Evidentemente no llegó a Vélez Rubio y jamás pudo ver a su familia. Escribió cartas, pero no recibió respuesta. Murió queriendo estrechar entre sus brazos a los suyos.
Su hijo, Joen, sigue buscando y como tributo a su padre, espera poder encontrar a sus primos y darles el abrazo que nunca llegó. Recuerda historias de su abuelo, historias que le parece haberlas vivido también.
Joen irá a Vélez Rubio este mes, pero tristemente sólo podrá visitar y caminar por esas calles por las que caminó su abuelo. Intentará comprender las vicisitudes por las que pasó que le hicieron tomar la decisión de irse tan lejos. Fundamentalmente, recordará a su padre y todavía no tendrá la satisfacción de decirle, lo he logrado papá.
Los encontraremos Joen, ya verás.
Presumiblemente en esta fotografía aparecen Andrés Gea Nache y María García Pérez con sus hijos, y la madre de Domingo Antonio Pedro.