Ayer leí en la prensa el caso de una ´niña robada´ de Castelló que encuentra a su madre biológica a los 38 años. Se llama Marta Adsuara y fue una niña robada en los últimos años del franquismo. Durante largo tiempo ha estado buscando a su madre biológica, hasta que lo ha conseguido. Es el primer caso en la Comunitat Valenciana de alguien que, tras ser arrebatado a sus padres naturales nada más nacer y dado en adopción, alcanza el reencuentro. Son retazos de la historia negra de este país.
No me lo pude quitar de la cabeza y decidí que tenía que hablar de este asunto en mi blog, porque hace tiempo que escucho y leo historias estremecedoras, que me impactan más de lo que yo pensaba en un principio. Lo que quiero decir es que me pongo a pensar en lo que tiene que ser la vida de estas personas y me baja la moral. Me imagino lo que deben estar sintiendo esos cientos de mujeres a las que se les mintió, a las que se les dijo que su bebé había nacido muerto, a las que se les engañó con un falso entierro, ... es acojonante (con perdón por la expresión).
No menos desesperante debe ser la vida de aquellos que, siendo niños, fueron arrebatados de los brazos de su madre y entregados "en adopción" a otras familias. Una cosa es no saber nada, ni sospechar lo más mínimo. Pero otra muy distinta tiene que ser vivir con la sospecha, llegar a conocer la verdad, ponerse a buscar a la madre biológica y no conseguir encontrarla. Muy triste y muy duro tiene que ser.
Creo que en este país hay dos tipos de gente: los que piden conocer la verdad en este asunto y los que prefieren callar, poner trabas, impedir la localización de los niños robados y dejar que pase el tiempo. Es natural, hubo médicos, ginecólogos, enfermeros, hubo religiosos y religiosas de prestigio, todos conchabados en la trama y lucrándose de la misma.
Precisamente hace unos días se producía en las Corts valencianas un debate sobre esta cuestión. La diputada por Compromís, Mónica Oltra (por cierto, con una camiseta que llevaba un mensaje oculto en código QR), dió pelos y señales sobre algunas "instituciones de caridad" de la ciudad de Valencia directamente relacionadas con el robo de niños. Recomiendo ver el vídeo.
También sale en el vídeo coomo, el Presidente, Sr. Cotino, católico, apostólico y romano, ¡como Dios manda! pretendía censurar su intervención acogiéndose a una interpretación forzada del reglamento de la cámara. En ese debate, mi compañera Esther López denunció la incoherencia del PP, que en el País Vasco apoyó una propuesta similar y en Valencia la votó en contra. Muy triste.