El VIH, o ‘virus de inmunodeficiencia humana “, es un virus grave que es más conocido por su papel en la causa del SIDA – una condición que causa el fracaso progresivo del sistema inmunológico y que conduce a infecciones y cánceres potencialmente mortales. A menudo, el VIH y el SIDA son utilizados indistintamente por esta razón, aunque técnicamente los dos son muy diferentes condiciones.
La promesa de una cura a disposición para el VIH en el futuro es algo que es muy esperanzador para los pacientes y que puede transformar sus vidas. Si bien no existe una cura conocida actualmente, estudios e investigaciones han demostrado una gran promesa.
En el año2007, Timothy Ray Brown, un hombre de 40 años VIH positivo, recibió un trasplante de médula ósea de células madre para tratar la leucemia mielógena aguda (LMA) y después de una recaída recibió un segundo trasplante.
El donante tenía una mutación conocida como CCR5-A32, que le otorgó una resistencia a la infección por el VIH.
Veinte meses más tarde y sin otros tratamientos, los niveles de VIH en la sangre del paciente habían caído por debajo del límite de detección. Si esto significó una cura, o si el virus permaneció oculto en el tejido no está seguro.
Si bien esto puede ser muy prometedor, hay un riesgo de mortalidad en la actualidad relacionada con el trasplante de células madre, y también hay muchas dificultades para encontrar donantes adecuados.
Por otro lado, las inmunoterapias están dirigidas a la alteración de la función del sistema inmune, y algunas han demostrado ser prometedoras para ayudar al sistema inmune a recuperarse del VIH, tales como “Interleucina 7 ‘.
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