Si, …todo cambia, pero… ¿hasta que punto somos lo suficientemente rápidos como para asimilar los cambios y adaptarlos a nuestra vida cotidiana?
Es evidente que la mayoría de la gente sigue buscando empleo como hace diez años, y son pocos los que han descubierto otras alternativas dentro de las tendencias actuales.
Lo cierto es que ya se torna necesario que la mayoría abra los ojos y entienda que el mercado laboral ha dado un giro, y que podemos hablar ya de toda una nueva era laboral… y no sólo desde el punto de vista del que busca un cambio en su carrera, sino también de los profesionales de RRHH que apenas empiezan a experimentar con el Reclutamiento y Selección 2.0.
Para ayudar en ese sentido, les dejo con 10 verdades sobre lo que significa la palabra “trabajo” y el hecho de buscar empleo en el mundo laboral actual:
#1 – Todo trabajo es temporal.
La expectativa de permanecer en el mismo puesto de trabajo o en la misma empresa de por vida, ha quedado como una anécdota del siglo pasado.
Ahora mismo, las personas que buscan su primer trabajo, saben que será precisamente eso: “El Primero”, y están conscientes de que trabajarán para diferentes empresas y posiciones a lo largo de sus vidas. Y no por que sea una nueva tendencia; sino porque saben que tienen el derecho de buscar el trabajo que más les satisfaga, que mejor vaya con lo que saben hacer y el que les haga más felices.
#2 – Tu patrono es ahora tu cliente.
Las empresas se avocan cada vez más por contratar a las personas por lo que ofrecen.
Aunque no lo parezca, la verdad es que cada trabajador es en realidad un proveedor de servicios, y las empresas ya tienden a verlos así. De allí el éxito que ha tenido el sistema de “outsourcing” en los últimos años.
Si demuestras que eres un “proveedor de servicios” que ofrece valor a la empresa, en lugar de una persona que sólo busca un trabajo, las oportunidades de contratación aumentan.
#3 – Ahora cuenta el factor “empleabilidad”.
Empleabilidad es la capacidad que cada persona tiene para ser contratado por una empresa en particular, y está en función de lo que mejor sabe hacer.
Lo que se traduce en el uso de las capacidades, competencias y habilidades de una persona en la aplicación de un número “x” de funciones. Mientras más se posean, pues más nivel de “empleabilidad” se tendrá.
El hecho de que a la persona le guste hacer “x” tipo de trabajo, aumenta este factor.
#4 – Ser feliz en el trabajo no es una utopía. Es una opción.
Es un hecho cultural aceptado asociar al trabajo, y al acto de ir a trabajar, como algo “malo” y negativo. Este paradigma lo recibimos en principio en el hogar y luego se va reforzando en los diferentes ámbitos a los que nos vamos relacionando mientras nos desarrollamos como personas.
Es así como llegamos a nuestro primer empleo con la sensación de que la empresa es nuestro enemigo y que debemos hacer lo posible por hacer cumplir todos nuestros derechos laborales a rajatabla, intentando al mismo tiempo saltarnos la mayor cantidad posible de obligaciones contractuales.
La verdad es que si se puede ser feliz en el trabajo; pero para poder serlo, lo primero que debemos hacer es borrar estos absurdos paradigmas que empañan nuestra visión de lo que significa trabajar, lo segundo es intentar encontrar un empleo haciendo lo que mejor sabemos hacer y lo que nos gusta hacer.
#5 – Los portales de empleo estáticos están caducados.
Los portales estáticos ya no sirven para buscar empleo, y representan más una pérdida de tiempo que otra cosa.
Por otro lado, la gente ya deja de creer que pueda tener éxito buscando empleo en una oferta (por ejemplo de InfoJobs) a la que se han apuntado 300 personas, y de las que ya se sabe que hay muchas duplicadas, e incluso falsas.
No es un secreto que el 80% de las ofertas se cubren a través de contactos, así que lo mejor es potenciar los mismos. Otra buena opción es apuntarse a los nuevos portales de empleo 2.0, los cuales promueven el Networking y generan oportunidades reales: http://es.BuscoJobs.com, http://jobsket.com, http://infoempleo.com, http://quieroempleo.com
#6 – Un título ya no es garantía de un buen empleo.
Aunque en la cultura latina seguimos sufriendo de “titulitis”, está claro de que las empresas van a enfocarse cada vez más en las competencias, en la experiencia y en las habilidades de las personas antes de decidir contratarlas sólo por tener un título.
No obstante, las titulaciones siguen siendo un plus que no podemos desestimar; la pregunta es: ¿por cuánto tiempo?
#7 – Una carrera profesional no es una línea recta.
Con la reciente crisis, hemos evidenciado la desaparición de miles de puestos de trabajo y de empresas que no volverán a existir.
No podemos seguir viendo nuestra carrera profesional como una línea continua a seguir, sino como un camino con una serie de bifurcaciones en las que hemos de estar preparados para cambiar de rumbo, de dirección y de destino.
Incluso hemos de prepararnos para retroceder, lo que ahora mismo no significa un fracaso, sino una opción más dentro del complejo mundo laboral.
Llevar 10 años haciendo lo mismo, no te asegura una carrera. Lo mejor es estar preparado mentalmente para cambiar cuando la situación lo amerite.
#8 – Ahora lo que importa es aportar valor calculable para la empresa.
Un candidato ya no puede pretender obtener un trabajo diciendo que es responsable, que sabe trabajar en equipo, que es buen líder o que su mayor defecto es ser “perfeccionista”.
Ahora las empresas no contratan, “invierten”; por lo que el candidato ha de demostrar que es realmente una inversión, ya sea por que su trabajo represente un ahorro o más beneficios para la empresa.
#9 – El Reclutamiento y Selección son y seguirán siendo discriminatorios.
¡Alguien se ha preguntado por qué siguen pidiendo una foto reciente en la cabecera del currículo!, …¿realmente importa como luce una persona en relación a su capacidad para hacer algo? ¿Qué quiere decir “buena presencia”?
Somos humanos y nos dejamos guiar por lo que vemos; lo que significa que nuestros prejuicios, nuestros valores, nuestras experiencias y nuestra formación de hogar, siempre van a condicionar nuestras decisiones.
Mientras sigamos siendo “juzgados” laboralmente por lo que los demás perciben de nosotros, en lugar de por nuestras competencias. La discriminación seguirá presente.
#10 – La orientación laboral actual es una técnica obsoleta.
Siento mucho tener que afirmar que los orientadores de oficio en España, están aplicando técnicas del siglo XX para candidatos del siglo XXI.
Acudir a los servicios de empleo de cualquier provincia y pedir orientación, ya no representa una ventaja, ya que la mayoría de estos funcionarios basan sus orientaciones en situaciones de hace 10 años, y la verdad es que el mundo laboral ha cambiado mucho desde entonces.
Por otro lado, hay que preguntarse: ¿cómo puede servir el consejo de alguien que nunca ha contratado a nadie? …es para reflexionar.