Revista Cómics

Buscaré el océano, de Carrie Ryan

Publicado el 28 noviembre 2014 por Belldandy @belldandy_18
Buscaré el océano, de Carrie RyanHace un año, me solidaricé con Jorge y su "reto" de lectura poniéndome con Moccia (ya sabéis cómo acabó la cosa por las reseñas que fueron saliendo). Ha vuelto a repetirlo y, en esta ocasión, de su interminable lista de libros que le toca leer para el reto, me he animado con esta novela. No precisamente porque le hubiese gustado, más bien lo contrario. Así que por quitar otro libro de la estantería, como ya hice con las novelas del italiano, me puse con ella. Tampoco tenía otra lectura que me llamase especialmente para que le hiciese caso ni ando muy sobrada de tiempo estos días.
Comentar que otro motivo por el que me animé con su lectura, pensado que no me gustaría y lo sacaría de mi estantería, es que es una de estas sagas que las editoriales han dejado a medias. Así que si a alguien le interesa ponerse con ella, que tenga este detalle en cuenta.
Buscaré el océano, de Carrie RyanArgumento: En el mundo de Mary hay verdades incuestionables: La Hermandad sabe más que nadie. Los Guardianes protegen y sirven. Los Condenados no se rinden nunca. Y hay que tener mucho cuidado con la alambrada que rodea el pueblo, la alambrada que protege a sus habitantes de los Condenados, zombis hambrientos que habitan en el bosque.

Mary es una de las pocas jóvenes en edad casadera que quedan en el pueblo. Su familia está rota desde que su padre se convirtió en Condenado. Su madre aún cree en su regreso y entre ella y su hermano Jed la vigilan a todas horas. El día que su amigo Harry le dice que va a pedir su mano, a pesar de que a ella quien le gusta es el hermano de éste, Travis, quien a su vez va a pedir la mano de Cass, todo se desmorona. Su madre se ha acercado a la alambrada y ha dejado que la muerdan, quedando Condenada. Su decisión es que la dejen salir al Bosque una vez se transforme. Sus últimas palabras es que vaya en busca del océano del que siempre le hablaba de niña.
Después de eso, Jed se niega a tenerla en casa, Harry no llega a pedir su mano y su única opción es ingresar en la Hermandad. Una vez allí, las verdades dejan de convencer a Mary. Aprende cosas que habría preferido no saber nunca sobre la Hermandad y sus secretos, y sobre los Guardianes y su poder. Y, cuando se rompe la alambrada y su mundo se ve sumido en el caos, aprende cómo son los Condenados y hasta dónde llega su avidez insaciable. 

Con los zombis tengo un problema: me fascinan lo mismo que me repelen. Por eso, esta historia que entre medias planteaba un romance juvenil, que en semejante contexto podía ser de lo más emotivo, con una sociedad regida por la mano dura de unas monjas, parecía perfecta para mí, y por eso la compré. Lo cierto es que me ha gustado más de lo que esperaba tras su reseña (¿porque había bajado demasiado las expectativas?) aunque coincido con los puntos flojos que él saca, pero sólo uno me ha molestado realmente. Bueno, dos. Bueno... *ejem*

El primer punto flojo, y el que ha afectado a toda la historia, casi matándola, es su protagonista femenina. Qué desesperación. Os copio lo que Jorge dice de ella porque es tal cual: "una protagonista equivocada que es suma y resumen de todas esas características que tanto odiamos en las heroínas de novela juvenil romántica paranormal; egoísmo, bipolaridad, crueldad, ausencia total de empatía, un orden muy difuso de las prioridades, complejo de superioridad y ese irritante complejo de "patito feo" en las cinco primeras páginas que desaparece para verse acosada por dos guapos, ser la parte central de una intriga que los pondrá en peligro a todos, guardiana de secretos y, sí, alguien que de repente es muy especial". No puedo añadir ni una coma a lo dicho por él. La chica se hace insufrible muy pronto y no deja de serlo en toda la novela.

Buscaré el océano, de Carrie Ryan
Y así pasamos al otro gran problema de la novela, el romance. El polígono amoroso que se forma no tiene ninguna lógica en su concepción. Ninguno va a casarse con la persona que ama porque... porque sí, no hay una explicación consistente que resulte creíble. Es absurdo. Y encima lo empeora la protagonista, su forma de ser veleta y su no saber lo que quiere hacer de verdad. Una cosas son dudas, algo que la humanizarían, pero lo suyo no tiene nombre.En cuanto al tema zombi, como ya dije más arriba, guardo las distancias porque lo soporto en las dosis justas. Por eso aquí no he tenido problemas. Hay únicamente cinco momentos en toda la novela que aportan algo de riesgo auténtico (contadlos, en serio). Más de un tercio de la novela (casi la mitad) están protegidos en el pueblo. Páginas perfectas para desarrollar el tema de sociedad oprimida, asustada, que lucha por el día a día... Pero no lo explota. Y luego, mientras deambulan por el bosque, están protegidos por caminos con alambradas, así que no hay una tensión constante, sólo momentos puntuales de peligro y no demasiado intensos, acumulados principalmente al final. Hasta para mí se queda corta la cosa.Otro punto negativo (suma y sigue) es que resulta demasiado fácil que los supervivientes sean todos del entorno de la protagonista. Así, ella sigue siendo el centro y todo gira en torno a sus problemas afectivos (románticos o familiares). Si al menos los secundarios que la rodean aportasen algo... La mejor para mí sería Cass, aún con un par de problemas importantes. Los chicos me han gustado, sobre todo Harry, pero pierden puntos inevitablemente al no mandar por ahí a una chica egoísta y absurda como es Mary. Aún con todo eso, la novela no me ha disgustado, que no es lo mismo que decir que me ha gustado. Tiene algunos pasajes bonitos, narrativamente hablando. La prosa roza lo poético en algunos momentos y el ritmo es ágil, lo que siempre ayuda. Las ideas son muy buenas aunque desaprovechadas en su mayoría. Cuando se intenta poner seria planteando dilemas como  "conocimiento frente a seguridad" o "¿merece la pena seguir sufriendo y luchando en un mundo tan cruel?" (algo emo, lo sé, pero es que la protagonista se pasa la novela llorando sus penas, las de los demás importan tres pepinos), es cuando muestra lo mejor de sí. Personalmente, me ha enganchado y al acabar me he quedado mentalmente con lo poco bueno que tiene y he dejado a un lado todo lo malo, que ya habéis visto que es mucho. Y no puedo explicaros por qué, porque yo misma me enfado ante mi sensación de haber quedado satisfecha con una historia que hace aguas por todas partes. No es una lectura recomendable para aficionados al género zombi. Ni siquiera para aficionados a las historias de romántica juvenil. De hecho, no es una novela recomendable, a secas. Sin embargo, ha tenido alguna cosita, pequeños detalles que me han gustado lo suficiente para intentar buscarme la vida y conseguir su continuación, pues el desenlace deja la puerta abierta a algo diferente de lo que la novela había mostrado hasta entonces.
Buscaré el océano, de Carrie Ryan

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