¿Quieres cambiar algo en tu vida? ¿Quizás hay algún área en la que quieres mejorar, o incluso comenzar a desarrollar? ¿O quieres dar un cambio en algún sentido? Seguro que mientras lees estas preguntas te vienen varias posibles respuestas a la mente. Y si no, tómate unos minutos...
Hoy quiero hablarte de una forma de trabajar en ese cambio que quieres conseguir, mediante la incorporación de micro-hábitos. Este concepto está basado en la idea de James Clear, en su libro Hábitos Atómicos, y otro concepto, el de kaizen, o el de la mejora continua. ¿Te apetece saber más? Sigue leyendo...
Un hábito es una acción frecuente que repites de forma automática, y que se crea mediante la repetición, día tras día.
La importancia de los pequeños cambios
No importa lo lento que vayas, mientras no te detengas (Confucio)
James Clear nos habla en su libro del concepto de hábitos atómicos, pequeños cambios que podemos realizar en un tiempo máximo de 2 minutos.
Por ejemplo:
- leer 5 páginas de una novela cada día, en vez de un capítulo entero.
- escribir en un diario un párrafo resumen del día, en vez de dos o tres hojas.
- meditar 2 minutos antes de trabajar, en vez de media hora.
Si nos enfocamos en mejorar un 1%, podemos crear mejoras increíbles. Tenemos tendencias a pensar que sólo un gran acontecimiento nos cambiará la vida, y menospreciamos los pequeños cambios, porque a corto plazo, no notamos sus beneficios, si no que se ven a largo plazo. Leer 5 páginas cada día de una novela, a corto plazo parece poca cosa. Pero a largo plazo, es un hábito que puede hacer que retomes la lectura y al final del año te hayas leído varios libros.
Volvamos a los ejemplos que he mencionado hace un momento ¿qué ves en común en ellos? que llevan menor tiempo que la otra acción, por lo que nos será mucho más sencillo realizarlos (mejor dicho, encontrar tiempo para realizarlos) todos los días. Es más fácil sacar 2 minutos para meditar, que lo puedes hacer en cualquier momento (literalmente, en cualquiera ¿has probado en la ducha?), pero encontrar media hora todos los días, en silencio y en calma, para meditar, ya es más complicado. ¿No crees? Al ser algo tan corto de tiempo, es más sencillo vencer nuestra resistencia al cambio.
A corto plazo, puedes pensar ¡pfff! como si dos minutos de meditación me fuesen a resolver algo...Pero como te cuento, la clave está en la repetición, en la constancia. En volver a ellos, día tras día....
Y, además, hacerlos crecer. Es decir, una vez te vaya resultando sencillo y cómodo realizar esos dos minutos, ve ampliando el tiempo. Dos minutos, más adelante puedes subir a 5, a 10...
¿Cuántos días necesito para establecer un hábito?
Seguro que has escuchado que hay que repetir un hábito durante 21 días para fijarlo.
Bueno, esta idea es de Maxwell Maltz, y la idea es de 1960, y ya se ha quedado un poco desfasadita. Años más tarde, un estudio realizado por la University College de Londres estableció ese margen en 66 días (y una buena noticia, que hilaré en otro momento, saltarte el hábito un día, no es malo para el objetivo a largo plazo, siempre que luego vuelvas a incorporarlo).
Es decir, que requiere tiempo. A mí me gusta pensar en plazos más redondos, así que yo me los planteo a 90 días (o tres meses). Necesitas dedicarle tiempo, para que ese hábito que quieres incorporar forme parte de tu rutina y te salga de forma natural, así que ¡paciencia!
Esta regla de los 2 minutos, como ves, la puedes aplicar a cualquier hábito que quieras incorporar: leer más libros, tener la casa más limpia o recogida, comer más sano, hacer más ejercicio...
Tu experiencia
Cuéntame tu experiencia formando hábitos ¿te cuesta? ¿o tienes un sistema ya cogido y que te funciona? ¿qué problemas sueles encontrarte más habitualmente cuando quieres formarte un hábito?
Déjame tu experiencia en comentarios, me encantará leerte y, si puedo, darte alguna recomendación.
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