Revista Comunicación
OTRA VEZ LA polémica por una Cabalgata de Reyes. Por si no tuvimos suficiente hace un par de años con la interesada controversia sobre el atuendo de los Reyes Magos, nos encontramos de nuevo con otra tormenta en un vaso de agua.El motivo de escándalo ahora es que en la de Puente de Vallecas, una de las 18 que se organizan estos días en Madrid, habrá una dedicada a la diversidad. No será la carroza principal, pero dado el relieve político y mediático que se le ha dado al asunto, será la que atraiga todas las miradas.El ‘delito’ esta vez consiste en que habrá tres mujeres disfrazadas de reinas magas: la cantante y drag queen La Prohibida; la actriz Roma Calderón y la cantante de hip hop y bailarina Dnoé Lamiss. El desfile de Reyes de Vallecas estará formado por 16 carrozas: la principal, con Melchor, Gaspar y Baltasar, y un amplio cortejo en el que se han incluido carrozas que representan a varias asociaciones del barrio. En total participan 23 colectivos y uno de ellos es Orgullo Vallekano, que lleva trabajando varios años por la normalización de la realidad LGTBI en el distrito.La ‘carroza de la diversidad’, por tanto, no sustituye a la principal, sino que es una más. Y su temática no es drag sino que está basada en el mundo animal; de hecho, las tres mujeres irán disfrazadas de animales de peluche.Estos son los hechos. A partir de ahí, las interpretaciones, los dimes y diretes, y cómo no, las declaraciones políticas y las redes sociales incendiándolo todo. Una de las principales críticas, lanzada en este caso por el portavoz municipal del PP, José Luis Martínez-Almeida, tiene que ver con la “desnaturalización de las Navidades”. Y es posible que tenga razón.Nada es como antes, ni siquiera nosotros mismos lo somos. Porque la sociedad cambia y porque, mal que nos pese, la mercantilización lo inunda todo. Si no, ¿a cuenta de qué viene la participación de El Corte Inglés o de Vodafone, pongamos por caso, en ese tipo de cortejos?A nadie debería molestarle, ni ser motivo de escándalo, el hecho de que la diversidad, no solo sexual, sino también la de género, o de las personas con discapacidad, también pueda estar presente en este tipo de cortejos. Es tan sencillo, y fácil de entender, como que se pueda dar acceso a gente diferente con la que normalmente no se cuenta.Con respeto, claro que sí, hacia los niños, fundamentalmente, y al hecho festivo que se recrea; pero también con toda la naturalidad del mundo. Necesitamos actuaciones inclusivas y este puede ser un buen ejemplo. A partir de ahí, si lo que se pretende es “recuperar las tradiciones”, bueno será despojar estos cortejos de todos sus ropajes publicitarios. ¿O es que acaso personajes como Harry Potter, Darth Vader, Dora la exploradora, Bob Esponja o Peppa Pig están en el origen de esta celebración? Así las cosas, porque el asunto no acaba aquí, Liga Española Pro Derechos Humanos puede conseguir su propósito de que, como ha solicitado, el Juzgado de guardia adopte medidas cautelares urgentes e impida la salida de la carroza porque "perjudica altamente el interés general, a los niños en su ilusión y tradición, además del interés legítimo de la Iglesia Católica por la irreverente y ofensiva imagen que afecta a uno de sus principales símbolos".¿Irreverente y ofensiva imagen la de tres mujeres en pijama, cuya presencia habría pasado inadvertida de no haber sido por toda esta polvareda, y no la de los muñecos o personajes televisivos que participan desde hace años en estos desfiles sin que nadie haya puesto nunca el grito en el cielo? No saquemos las cosas de quicio, por favor.Con independencia de lo que diga el juez, opino que sacar una carroza así es una muestra de normalidad, que no debería escandalizar a nadie ya que, como con buen criterio dice La Prohibida: «todas las tradiciones han ido evolucionando; precisamente las que permanecen son las que se adaptan a los nuevos tiempos».