Un paseo en jangada onda tranquila
Al final de la playa de Maracaípe, hay una punta llamada Pontal de Maracaípe, donde se tiene un paseo en jangada. Normalmente la gente que llega a este lugar lo hace mediante los paseos en buggy. El ingreso al local de partida, se paga aparte, poco pero se paga.
También el paseo en jangada es opcional. Son antiguas villas de pescadores, lugares muy humildes, que con los paseos logran poner el pan en la mesa familiar. Son lugares muy solitarios y de mucho silencio.
El paseo acuático. Es una travesía muy calma por aguas poco profundas, entre manglares donde abundan los cangrejos. En la jangada se acomodan unas seis personas y el jangadero, quien, con una vara va impulsando la embarcación a puro pulmón.
Se llega hasta la punta que separa Maracaípe de la localidad vecina de Serraípe. Allí se permanece un tiempo para caminar y sacar fotos según el gusto de cada uno. Luego se nuevo a la jangada y el jangadeiro se pone a buscar entre las raíces de los árboles a los caballitos de mar. Los mismos no son fáciles de visualizar pues se mimetizan con el color de las raíces para evitar ser alimento de los peces locales.
Durante nuestro paseo, el tiempo pasaba, y cuando ya pensábamos que los caballitos eran pura fantasía, el jangadero encontró uno y con gesto triunfal lo colocó en un frasco de vidrio grande, del tipo de frasco de mayonesa.
Nosotros compartimos el triunfo mirando de reojo a las otras jangadas que aún no habían encontrado su caballito. Ya valió la inversión y luego de sacar las fotos de reglamento, se devolvió el caballito al agua.
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