Revista Medios
"Agosto, frío en el rostro". Así lo acredita nuestro viejo refranero. Pero tampoco los refranes, con toda la carga de raciocinio que dispensan, valen para todo y para siempre. Por ejemplo, para el pasado mes de agosto, bien podríamos introducir un cambio que no alarmaría a nadie. "Agosto, achicharramiento en el rostro". O acaloramiento, o sofoco, o despiste de las témporas o calabazas de la capa de ozono.
Una cosa parecida y en la que no intervienen los proverbios sino los hombres, es la publicidad. Viene el curioso tìtulo para entender la diferencia tan enorme que hay de la promesa al hecho. El día 20 de agosto, en la sección de Castilla y León de este diario, en el centro de dos páginas, aparecìa la colegiata del siglo XII de San Salvador de Cantamuga.Angel Sancho Campo, que entiende de altares, siente predilección por el altar de esta iglesia, construído con piedra natural, labrada por maestros canteros. Apoyado en siete columnas delanteras y otras tantas adosadas y traseras. Angel la denomina: "obra maestra de arte y fe".¿Y qué decir de su espadaña?Es la misma iglesia que se prodiga a los cuatro vientos en el canal de la televisión local, propiedad de esta misma empresa editora. La misma que aparece en folletos de la Diputación y en reclamos turísticos. Todo el mundo sabe, o casi todo el mundo que se interesa por el arte románico, sabe que se encuentra entre Piedrasluengas y Cervera. Para ser más exactos, en San Salvador de Cantamuga, que no de Cantamuda.Pues oiga, ni una señal desde Palencia al sitio. Ni una indicación donde se ubica. Ni un mísero letrero que explique su antigüedad. Ni una triste lámpara que ilumine por la noche lo que tanta luminosidad parece desprender en los catálogos y las televisiones por el día. Ni un pequeño audiovisual en su interior que sirva al mismo tiempo para explicar con breves pinceladas la historia del valle de Pernía. De no sé cuántos millones como se barajaban para repararla, la cantidad se quedó en una ridícula cifra que apenas llegó para cubrirla de un color ceniciento y burlón que la desprestigia. "Es que Peridis se ha llevado parte del presupuesto para Santa María la Real". Si es verdad, que me apremian las dudas, será que tendremos que andar más listos que Peridis para que nadie meta en otro plan lo que a este plan se ha destinado, sobre todo cuando tanta falta nos hace, porque el coro aparece apuntalado y el problema de la humedad no se ha resuelto. Ahora mismo nos vuelven a anunciar un nuevo presupuesto. "Ya está el dinero apartado" – asegura el sacerdote. ¿Nos lo volveràn a desviar para otro sitio?-pregunto. ¿Por qué tienen que utilizar fondos del Miner para reparar zonas que no tuvieron minas...?Vamos a ver. A mí me parece bien que se proponga a la montaña para estar en la Red Natura 2000, que se mejoren y amplien las Ventanillas Únicas, que la montaña palentina sea un referente turístico a nivel regional, que los promotores se esfuercen en diseñar su marca , que los políticos demanden fondos para el desarrollo de la minería palentina...Todo me parece bien, pero no concuerdan los dineros que se mencionan con los hechos, no coincide la noticia con el suceso, no son los espacios tan naturales y tan frescos como se anuncian. ¿Estarán donde se dice que están?, ¿Será ésto aquello?.Ya entiendo que la culpa no se le debe cargar siempre al político que promete o al alcalde que gestiona, como si los demás ya debieran recibir la mies por el sencillo acto de depositar una papeleta en una urna. Se trata de coordinar mejor los elementos, de señalizar convenientemente una de las mejores rutas del románico del mundo. Se trata de reparar aquellos monumentos que se anuncian como auténticas joyas.De otro modo, si nadie se da por enterado de estas urgencias, lo mejor es que los apeen de la publicidad, que no figuren en sitio alguno. Así cuando alguien llegue de improviso y se tope con ellos, entenderá que gracias a la casualidad y a los misterios, ha descubierto un monumento antes de que por la desidia de unos y la pasotada de otros se lo encuentre tirado por los suelos.27 Septiembre, 2003