Un dormitorio puede ser un espacio sencillo, o convertirse en un espacio único y espectacular si se cuenta con uno de los tantos tipos de cabezales de diseño disponibles, que harán que se sienta a gusto con su cama al descansar en ella.
Existen tres tipos de cabezales de diseño encabezando las listas de popularidad, y son los cabezales de forja, los cabezales tapizados y los cabezales DIY, para que cualquiera, sin importar sus gustos personales, pueda disfrutar de un cabezal irrepetible que calce a la perfección en su dormitorio.
Los más populares
Los cabezales de forja pueden llegar a ser muy elegantes, rústicos y sofisticados, siempre se pueden adaptar a cualquier estilo y tienden a ser muy duraderos por la fuerza del metal; tienden a encajar a la perfección en cualquier dormitorio y pueden modificarse con el tiempo, con tan sólo cambiar el tono de la pintura que los recubre. Su desventaja es que suelen ser realmente pesados gracias a su componente principal.
Por otra parte, en la actualidad, están de moda todos los artículos que se hacen en casa bajo la filosofía DIY (Do It Yourself, o Hágalo Usted Mismo), de esta forma, con un simple palet, puede tener un cabezal DIY económico, rápido, personalizado y rústico.
Sin embargo, los mejores cabezales de diseño que se pueden tener son los cabezales tapizados, ya que no sólo es tendencia actual sino que suelen ser sencillos, clásicos y elegantes. Entre las ventajas se encuentran la cantidad de materiales y colores en los que puede ser tapizado (por ejemplo, polipiel o tela), y pueden tener diversas formas y motivos (especialmente útiles para el caso de los niños).
Con un cabezal tapizado puede tener la seguridad de que el dormitorio siempre se verá bien y estilizado, además de que este tipo de cabezal tiende a poder combinarse con cualquier otro mueble auxiliar del dormitorio sin problemas.