Muchas veces hemos dicho la frase: no sé qué ponerme, en otras oportunidades nos desanimamos frente al clóset al ver que se ha convertido en un desastre en que cual encontrar algo en buenas condiciones es una utopía...
A no desesperar... Para evitar que nos gane la angustia y la frustración, vamos a compartir unos tips de orden y cuidado de prendas así, una vez armadas de valor, enfrentarnos al desafío de poner orden en el placard... Ya sé que adorarían tener en sus casas el clóset de Carrie Bradshaw -sea en su departamento de soltera o sea en el piso que comparte con Big- pero la realidad nunca es como la ficción, verdad?
Lo cierto es que un placard en orden no sólo es algo positivo para mantener las cosas en su lugar, sino que nos permitirá ganar tiempo a la hora de pensar los equipos de cada día, y para esas ocasiones especiales que requieren más cuidado. ¿Por qué? Porque con las prendas y accesorios a la vista y organizados tenemos un rápido paneo de todo o disponible.
Vamos por partes: en primer lugar destinemos un día tranquilo a esta actividad, sin demandas familiares que nos aparten de la tarea, ni distracciones autogeneradas; ya que debemos sacar todo lo que está dentro del placard, limpiar estantes y cajones, y reencontrarnos con aquellas cosas que hemos ido almacenando y hoy nos impiden pensar con claridad. Una vez que tenemos todo fuera del clóset, llegó la hora de la acción. Buena música, un café o algo que nos guste mucho para beber cuando estemos por flaquear, y manos a la obra...
a) probarse las prendas para ver si realmente siguen quedándonos bien, si no se encuentran en mal estado, si han perdido color o se deterioraron, etc. Ser honestas frente al espejo y asumir que nuestro cuerpo ha crecido con nosotras, que experimentó cambios y que pese a no ser el de las top models de las revistas, es nuestro envase y debemos amarlo; si hay algo que cambiar porque no nos hace feliz, lo ideal es trabajar para mejorarlo sin falsas expectativas. Luego de la prueba, descartar lo que sabemos que no vamos a volver a usar -por estilo, colores, talle, estado de las prendas, y colocarlo en una pila. Lo que nos gusta pero no está acorde al cambio de la figura, puede ubicarse en otra pila para reformas: transformar un pantalón en falda, acortar un vestido, sacarle las mangas a un sweater para hacerlo chaleco, etc. Por último, separar lo que definitivamente se queda en el clóset y armar otra pila.
b) embolsar lo que descartamos sin pensar que tal vez la moda vuelva y entonces... La moda vuelve, sí; pero nunca de la misma forma, ni con iguales cortes o colores... Dejemos que la energía fluya y hagamos una obra de bien regalando prendas en buen estado a quiénes más lo necesitan.
c) identificar el estilo: tal vez con toda la ropa y accesorios frente a nosotras nos encontremos con una verdad desconocida, y es que tenemos un estilo que se refleja en un determinado color, corte, un look. Si ven que ese estilo no les gusta o no refleja lo que son hoy, es un buen momento para cambiarlo de acuerdo a los nuevos parámetros.
d) orden y limpieza para lo que se queda en el clóset: las cosas de la temporada que termina deben guardarse prolijamente en cajas para destinar lugar a las cosas que serán usadas con mayor frecuencia. Colgar los abrigos en buenas perchas y separados de camisas o ropa delicadas para evitar arrugas. Tratar de colgar la mayor cantidad de prendas para evitar marcas. En ese caso, elegir perchas para cada caso: con pinzas para faldas y pantalones; curvas para sastrería así se mantiene la forma de los sacos; con canaletas para las prendas que traen tiritas para colgarse; forradas para sweaters o prendas delicadas. Si se opta por doblarlas, tratar de evitar hacerlo en muchos pliegues, o formar grandes pilas. Para las prendas delicadas, vestidos, trajes, etc., elegir fundas de plástico o tela para su mejor conservación; y los vestidos de fiesta o de novia, guardarlos en cajas, envueltos en papel azul para evitar que se vuelvan amarillentos.
e) zapatos ordenados, un problema menos: en los últimos tiempos han surgido muchas empresas que fabrican cajas para almacenar calzado en forma prolija, y además permiten ver el contenido. Son ideales para apilar y visualizar todo rápidamente. Para collares, chalinas y cinturones, optar por grillas o fundas de tela que se adosan a los interiores de las puertas y permiten encontrar en un abrir y cerrar de ojos aquello que buscamos.
f) destinar los estantes superiores a carteras y bolsos; y disponer de un perchero o espacio donde colocar lo que se usará el día siguiente para tenerlo listo.
Una vez que pusimos todo en orden y que hemos descartado aquello que no va más con nuestro estilo o cuerpo, luego de separar lo que será remodelado o arreglado para nuevos usos; entonces preguntarnos si en verdad no tenemos qué ponernos. Si la respuesta es que nos faltan prendas que nos gustaría tener, o básicos todo terreno, ahí sí salir a comprar... Van a ver que las ideas para armar nuevs outfits fluyen con más agilidad cuando las prendas y accesorios estan ordenados y prolijos. Es más sencillo encontrar lo que buscamos si ubicamos la ropa por color, por textura o por frecuencia de uso. Yo lo hago y me da buenos resultados....
Espero que el post les haya servido, que Sole encuentre en él lo que buscaba cuando me pidió que dedicara una nota al tema, y que me cuenten cómo mantienen ustedes el orden en sus clósets, quieren? Las fuentes consultadas fueron Los secretos del vestidor de Carolina Aubele, y Guía ELLE de imagen personal, de Ana Torrejón. Les deseo un lindo día, besitos:>