Revista Opinión
CADA COSA EN SU LUGAR Reflexión para los venezolanos a quienes nos molestó las palabras de Lilian Tintori y para la propia Lilian; no recuerdo bien pero más o menos fueron estas sus palabras “Le di las Gracias a Jorge y Delcy Rodríguez, quienes estaban presentes cuando soltaron a Leopoldo”Lo que yo pensé y sentí en ese momento y supongo que igual le pasó a otros que como yo lo expresamos públicamente, fue que conociendo como todos conocemos a estos dos altos funcionarios de este gobierno, el cual ha sido calificado por presidentes de otros países y organizaciones internacionales como “Brutal y genocida narco tiranía” además del daño que en su gestión personal ellos han causado, no merecían las gracias de nadie y menos de un político de la oposición venezolana.Uno de los funcionarios es Jorge Rodríguez, quien ha ocupado dos cargos; en primer lugar como Presidente del CNE, donde hizo ganar a quienes tanto daño le han hecho a Venezuela y a venezolanos de todos los niveles y posiciones políticas y sociales, por haber gobernado quienes no ganaron limpiamente las elecciones, caso éste muchas veces denunciado por diferentes organizaciones políticas del país, de donde se deriva todo el daño social moral y económico de Venezuela, y de allí, la muerte por falta de alimentos y medicinas de tanto niño y anciano.
Pero también de trabajadores que han quedado en la miseria por los altos costos de la vida o cuando fueron despedidos de sus cargos en el gobierno tan solo por pensar diferente, o por no tener dinero por falta de ingresos al haber perdido sus trabajos en las empresas privadas; y también propietarios por quiebra de sus comercios, fábricas e industrias, en esta descomunal debacle y catástrofe social y económica del país; en segundo lugar por el daño que ha causado como alcalde del Municipio Libertador, al prohibir, inconstitucionalmente, a los habitantes del este de Caracas ir a marchar y protestar, no a su municipio como él dice, sino al municipio para el cual fue electo por el pueblo y para el cual él trabaja o por lo menos debería trabajar, así como no debe mantener personal en nómina o pagar con dinero de la alcaldía individuos armados a los cuales llaman colectivos, delincuentes armados utilizados para evitar manifestaciones y protestas, causando heridas y muerte a quienes con derecho quisieron ir al CNE a llevar una simple comunicación exigiendo sus derechos, casos estos que han sido denunciados y suficientemente soportados, con fotos y reportes en la prensa y redes sociales.La otra funcionaria es Delcy Rodríguez, su hermana y ex canciller, de la cual se dice que utilizó el Ministerio de Relaciones Exteriores, como la casa del partido político que la nombró en el cargo y quien supuestamente de una u otra forma ha sacado del ministerio a los funcionarios diplomáticos de carrera y larga experiencia, siendo esos cargos ocupados en su mayoría por militares retirados, cargos estos diferentes a los de Agregados Militares, que es lo acostumbrado cuando se habla de militares en el Servicio Exterior, como en este caso, pero además de ellos ha llenado consulados y embajadas, de otros altos dirigentes del partido al cual pertenece; comentándose con insistencia que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, está manejado por el G2 y personal diplomático cubano, siendo además, lugar de reuniones y encuentro de políticos extranjeros que han sido denunciados como enemigos de la patria y hacer gestión a favor del narco tráfico y de Castro; comentarios estos, que se hacen en la calle y también se reportan en las redes sociales.
Después de haber hecho esta breve descripción de los dos personajes a quien la señora Tintori les manifestó su agradecimiento, trataré de explicar, a unos y a otros, que una cosa es la calle, otra cosa es la casa de familia y otra muy diferente es la política como función pública.La casa de habitación por lo general es acogedora, centro de reunión amena de familiares, y amigos en algunos casos, es agradable y por lo general todo el mundo se siente bien en ella.
La calle hoy en día es todo lo contrario, es un lugar de batalla, no sólo por las manifestaciones, protestas y represión, sino por el mal humor que por lo general los transeúntes tienen, lo que hace que por cualquier cosa se insulte y pelee, pero también porque roban, asaltan, secuestran y matan, actos estos que sólo se habían visto cuando la guerrilla urbana de los años 60 en Venezuela, violencia que también fue creada por el Castrocomunismo, igual que ahora.La política como función pública, podríamos decir que en la Venezuela de hoy, es una mezcla de los dos anteriores, la casa de familia y la calle; es el lugar de encuentro de amigos y familiares pero al mismo tiempo es un campo de batalla donde cada uno trata de ser mejor, cada vez alcanzar posiciones más altas y si para conseguirlo hay que mentir o darle una puñalada a alguien, se le da, coloquialmente hablando, o no.Pero cada cosa en su lugar forma y estilo; lo que es de la calle en la calle, popular y bastante chabacano; mientras que la política es verborrea, firmeza, agresividad y al mismo tiempo simpatía para ganar adeptos, y votos.Pero como he dicho, cada cosa a su manera y en su lugar, no se puede dar una puñalada en la casa a un familiar, ni se puede por solidaridad social, colaborar con alguien que te roba o hiere en la calle; y mucho menos, por hacer política darle las gracias a alguien que te encarcela, tortura o viola, como en la actualidad pasa en las cárceles venezolanas, que lo que normalmente debe provocar son ganas de matar. A mi entender cada uno tiene sus razones pero creo que no hay ninguna jugarreta ni mala intención de ninguna de las dos partes, yo diría que confusión de ella en aquel sorpresivo acontecimiento, donde no se sabe exactamente qué decir o hacer, y una excesiva reacción de quienes la criticamos, por todo lo antes comentado.Por mi parte, ruego que me disculpen si dije algo indebido e injustificado, y a la otra parte le suplico que entienda que como figura pública, se debe mantener cada cosa en su lugar, en la casa es una cosa y públicamente es otra, así se puede evitar que algunos se sientan afectados y con razón para reaccionar.En resumen, estamos viviendo una tragedia muy grande y debemos evitar, de nuestro lado, dar motivos para que alguien se ofenda o reaccione causando más conflicto y división entre nosotros mismos cuando lo fundamental ahora, para salvar Venezuela, es, la solidaridad y unidad total.
Jaime Betancourt. @JaimeBetancurt
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