Revista Cultura y Ocio

«Cada día cuenta» de Yuaci Manuel Fernández (Esdrújula) | Reseña

Publicado el 25 enero 2017 por Carmelo Carmelo Beltrán Martínez @CarBel1994
Hoy quiero hablaros de un libro que no es el mejor que he leído jamás, de una obra que trata un tema que muchos otras han contado ya, pero que lo hace de tal manera y llega tan adentro que es necesario que le demos una oportunidad, pues cuando acabemos no seremos los mismos que abrimos sus páginas —en mi caso pulsamos, que lo he leído en ebook.
«Cada día cuenta» de Yuaci Manuel Fernández (Esdrújula) | Reseña

Datos del libro


Título: Cada día cuentaAutor: Yuaci Manuel FernándezEditorial: EsdrújulaAño de publicación: 2015Número de páginas: 136ASIN: B016ON2T8MPrecio: 14,25 €

Sinopsis


En ocasiones, vivimos sin vivir. Sucumbimos a la rutina sin darnos cuenta y nos convertimos en espectadores de nuestra historia. Esto es lo que le ha ocurrido a Marc. Casado con Natalia y con una hija de nueve años, ya no es el hombre que era, y su mundo se hunde cuando su esposa decide separarse de él. Entonces comienza a darse cuenta de que no puede seguir viviendo como hasta ahora y, apoyado por su hermano, comete la locura de dejarlo todo y viajar al norte de Finlandia, en donde vive un viejo amigo. Allí tendrá que enfrentarse a una nueva vida pero, sobre todo, a sí mismo. Sufrirá el dolor de la culpabilidad por el abandono de su familia, la impotencia de saber que hay errores que no se pueden arreglar y el desconsuelo de la soledad. Pero también conocerá gente que le hará cambiar su visión del mundo, visitará lugares que nunca pudo haber imaginado y descubrirá que el amor va mucho más allá de la atracción.

Opinión


Si me seguís por las redes habréis visto que el primer día de lectura contaba que el libro no me estaba pareciendo especial, que todos me habían dicho que era mágico y que me entretenía y estaba interesante, pero que no le encontraba esa chispa. Justo en la mitad aparece.
Tengo la sensación de que esta novela es una mera excusa para contar algo, que es una pequeña narración de ciento cuarenta hojas para ensalzar la vida, las oportunidades y que no desaprovechemos ni el más mínimo minuto, pues cuando la termines mirarás alrededor y te darás cuenta de que tus problemas no son tan grandes, de que los muros no son tan altos y que siempre hay lugar para regalar una sonrisa a los que te quieren y rodean. Es más, cuantas más regales más difícil te será dejar de hacerlo.
El libro nos pone en el pellejo de Marc. Incluso antes de que nos digan qué está pasando lo sabremos. Su mujer le está dejando y se está llevando a su hija con ella y él, lejos de sentirse traicionado o enfadado simplemente experimenta tristeza por el hecho de saber que en realidad no las ha cuidado en los últimos años. Este es el punto de partida para una historia en la que acompañaremos a nuestro protagonista para encontrarse a sí mismo en un viaje que realizará a Finlandia.

Cada día cuenta es una historia que busca abrirte los ojos. Quiere hacerte notar que no eres libre aunque lo creas, pues en muchas ocasiones dejas que sean otros los que tomen las riendas de tu vida. Es una novela que busca dejar claras cuáles son las cosas importantes en la vida, es una obra que quiere ir más allá de lo superficial, de lo materialista e incluso de tus recuerdos. Es una oda a que trates siempre de ser feliz, que aproveches cada instante y que quiere que seas consciente de que no hay nada seguro, así que no hay que caer en la trampa de darlo como tal.
Es un libro muy difícil de explicar y de transmitiros. Yo lo he entendido como una filosofía de vida, como un pequeño trozo de experiencia que un escritor que no te conoce de nada te regala, y que hace que pienses detenidamente de lo que has leído. Cómo vives, cómo veas el mundo y cómo le saques jugo a cada segundo cambiará o al menos te querrá hacer cambiarlo y todo ello junto hace que me haya sido bastante complicado sentar las ideas sobre qué quería contaros al respecto.
Pero, sin ninguna duda, con lo que me quedo es con el mensaje de redención que lanza. El perdón a uno mismo, a lo que somos, fuimos y seremos. Esa idea de que cuando nos perdemos lo que tenemos que hacer es luchar por encontrarnos, por quitarnos las cadenas y seguir adelante, que mientras sigamos vivos hay esperanza y que nadie nos tiene que decir qué es vivir. Porque vivir no es sobrevivir, porque vivir no es traicionarse a uno mismo ni al resto. Vivir va de esto, del presente, de este instante, pues es lo que de verdad importa.
Carmelo Beltrán@CarBel1994

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