Revista Cultura y Ocio

Cada día cuenta | Yauci Manuel Fernández

Publicado el 27 diciembre 2016 por Nievesvillalon @mundosdelectura
Cada día cuenta | Yauci Manuel Fernández
SINOPSIS
Esto es lo que le ha ocurrido a Marc. Casado con Natalia y con una hija de nueve años, ya no es el hombre que era, y su mundo se hunde cuando su esposa decide separarse de él. Entonces comienza a darse cuenta de que no puede seguir viviendo como hasta ahora y, apoyado por su hermano, comete la locura de dejarlo todo y viajar al norte de Finlandia, en donde vive un viejo amigo. Allí tendrá que enfrentarse a una nueva vida pero, sobre todo, a sí mismo. Sufrirá el dolor de la culpabilidad por el abandono de su familia, la impotencia de saber que hay errores que no se pueden arreglar y el desconsuelo de la soledad. Pero también conocerá gente que le hará cambiar su visión del mundo, visitará lugares que nunca pudo haber imaginado y descubrirá que el amor va mucho más allá de la atracción.
Tras el éxito de su última novela, La biblioteca de Emma, Yauci Manuel Fernández vuelve a la literatura con esta historia capaz de emocionar de nuevo a sus lectores.
Prólogo de Elvira Menéndez.
 RESEÑA
La verdad es que no sé qué me esperaba cuando empecé a leer este libro. Fue casi un impulso cogerlo y no sabía ni de qué iba, solo lo vi y dije “venga”, y me duró nada y menos en las manos, un par de viajes de tren. Cada día cuenta es un libro tremendamente reflexivo, con mucha profundidad. También cuenta con el prólogo de una escritora que a mí me conquistó, Elvira Menéndez, así que cuando acabé el prólogo solo quise saber más de la novela que tenía entre manos y que me estaba recomendando Elvira.
El libro comienza con Marc siendo abandonado por su mujer y su hija, ellas están hartas de que él no esté presente en la familia, nunca tiene tiempo para ellas y en general es un hombre que ha perdido el rumbo y las riendas de su vida. ¿Y qué hace para espabilar? Pues un viajecito a Finlandia, nada más y nada menos.
"La vida no consiste en intentar pasar el tiempo sin sufrir. No consiste en dejar de ser un niño, ni en dejar de ser alguien que no tiene donde caerse muerto. No consiste en dejar de ser, sino en ser."
A lo largo de este viaje que dura tres semanas Marc se siente mejor consigo mismo, en parte porque alejarse de los problemas que tenemos hace que lo veamos todo con más perspectiva y en parte gracias a la amistad que forja con Amanda, una finlandesa que con sus ganas de vivir le insufla un aire nuevo a Marc.
Cuando Marc tiene que volver a España es cuando de verdad comienzan los problemas y el sufrimiento para él, ya que a su hija le detectan una grave enfermedad y su obligación es hacer todo lo posible para que la niña se recupere. 
"El miedo a quedarse solo es de los peores que se pueden sentir, porque nos impide ver quiénes somos y actuar conforme a la propia voluntad. El miedo a decepcionar a los demás, a no ser querido. Ese que arrebata el alma y corrompe la poca que queda, sin una luz de esperanza."
A través de una primera persona, podemos ver todos los esfuerzos que hace Marc, y las grandes proezas de las que son capaces los padres cuando sus hijos están pasando por algo grave. A Marc se le olvidan de golpe sus problemas y aunque la novela sigue centrada en él, ahora es otro tipo de preocupaciones las que se nos muestran.
"Es demasiado duro saber que la vida jamás volverá a ser como fue."
Me ha gustado mucho Marc, es un personaje que evoluciona muchísimo en apenas 200 páginas; de ser una persona que ha perdido el norte a ser un padre que está dispuesto a darlo absolutamente todo por pasar tiempo con su hija. Amanda también es un personaje fundamental en esta novela, es la voz de la conciencia, es el Pepito Grillo de Marc, una joven que tiene mucho que dar y poco tiempo para recibir la gratitud de todos los que la rodean. 
"Era yo quien decidía mi futuro. Puede que parezca trivial, pero no lo es en absoluto. La inercia de la rutina, a veces, la gran mayoría de las veces, es lo que impera sobre nuestros actos." 
El resto de personajes no es que no estén bien construidos, es que son muy secundarios y apenas tienen un papel representativo en la obra. Aunque después de haber hablado con el autor (y me alegro de haberlo hecho antes de redactar la reseña), he llegado a la conclusión de que el personaje de Ben, el hermano de Marc, también tiene un papel muy importante y un mensaje claro: la vida con excesos acaba pasando factura. Cuando acabé el libro no vi muy claro su papel, no entendía las dos últimas páginas de la novela porque las veía como de “pegote”, no veía que encajaran bien, pero después de hablar con Yauci Fernández he visto más claramente cuál es su función en la novela.
Tengo que avisar de que es una novela cargada de dramatismo, la vida de Marc es un tropiezo tras otro en el poco tiempo en el que transcurre la novela y a pesar de que nos hace reflexionar de manera bastante introspectiva, no deja de ser un libro difícil de leer. No porque sea complejo, sino por la emotividad que transmite. De hecho, el estilo de Yauci me ha gustado bastante, así que intentaré leer pronto el otro libro que tiene.

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