Cada historia tiene su final

El título del post corresponde a una canción de mis admirados Presuntos Implicados y nos enfrentaba a una realidad: todo tiene un principio y un final y que aferrarse a lo que fue no tiene sentido.

Cuando se tienen datos objetivos de que una historia ha llegado al fin viene la parte más difícil e importante: ejecutar la decisión. En ese momento solo hay tres cosas que se deben hacer, y muy bien:

1. Dar los pasos uno tras otro en el orden correcto, de lo contrario, al final, su pésima ejecución dejará secuelas.
2. Comunicarlo muy bien a todos los “afectados” para evitar que las personas dejen volar su imaginación y lleguen a conclusiones equivocadas y
3. Poner por delante de todo a las personas. Ahora son lo más importante, por encima de todo, y hay que evitar daños innecesarios.

Cuando no se hace así la historia se cierra en falso (de hecho, no se cierra) y con el tiempo se enquista, te causa dolor y acaba perjudicando a personas. Eso es lo que hay que evitar a toda costa una vez hay datos objetivos para poner punto y final a algo.

Como muchos de mis lectores sabrán, hace un año comunicábamos, a través de nuestro blog corporativo, que Mando y yo habíamos decidido dejar de mantener de la forma en que lo veníamos haciendo nuestros espacios sociales. La decisión se basaba en:

1. Nuestras marcas personales estaban por encima de la corporativa aunque solo fuera por el tiempo que llevaban online. Tanto a nivel cualitativo como con los datos cuantitativos en la mano.
2. Para darle la vuelta a esa situación teníamos que invertir mucho más tiempo a una que a las otras dos porque, evidentemente, no llegábamos a todo
3. Nuestro trabajo se basaba mucho en la confianza y eso lo puede dar perfectamente una marca personal consolidada. De hecho, conseguíamos proyectos y nos invitaban a conferencias o a impartir clases por nuestros nombres, no por la marca corporativa.
4. Como dos profesionales podíamos seguir colaborando sin necesidad ni de vernos todos los días ni de tener equipo (de hecho siempre hemos huido del concepto “gran estructura”)
5. No queríamos caer, por la falta de tiempo, en el clásico “en casa de herrero, cuchillo de palo”. Tampoco queríamos lastres innecesarios.
6. La única razón para mantener la marca era por si algún cliente solo aceptaba que se facturara desde de una sociedad (cosa que nos parece que cada día se da menos) y por si dábamos un gran salto cualitativo que nos permitiera retomar la marca y crear estructura y esas cosas.

Así que tomamos la decisión de dejar en Stand-bye el blog, quitar la web del aire y mantener con un perfil bajo nuestras cuentas en G+, Facebook, Twitter y LinkedIn.

Pasado un año, Mando y yo vamos a dar un paso más y hemos decidido desprendernos de la marca y “cesar” nuestra relación comercial. O sea, hablando en plata y claramente: que cerramos 2shareworld.

¿Por qué se termina esta historia?

Durante este año, tanto Mando como yo, hemos estado centrados en proyectos individuales. Lo hemos dejado salir de forma natural. Nada ha sido premeditado. Yo he estado lanzando el Postgrado en Marketing Online de EADA y he hecho mentoring a emprendedores digitales. Mando ha incrementado su colaboración con diferentes instituciones para formar profesionales digitales, también ha mentorizado proyectos y se ha involucrado mucho en el lanzamiento del Digital Signage Club.

Todas esas actividades son proyectos que demandan a un profesional, no a un equipo. O que no requieren de un equipo formalmente constituido. Y de los proyectos de cierta envergadura que hayan salido, hemos colaborado como dos profesionales pero no por tener una marca que nos une.

Y a ninguno de los dos nos interesa mantener la marca porque sí. Porque parece más guay. Ambos somos personas a las que nos gusta cerrar (bien) las historias, pasar página y no tener ataduras con el pasado porque sino parece que siempre tienes alguna deuda con él y no te permite ni concentrarte en el futuro ni pensar de manera libre (como he leído alguna vez: para tener futuro hay que dejar de pensar en el pasado).

Así que si algo ya no se usa, tíralo. Y eso precisamente es lo que vamos a hacer.

Y ¿ahora qué?

Pues el único cambio será que Mando y yo ya no somos socios y que To Share World, SL desaparece. Por lo demás pocas cosas cambiarán.

1. Cerraremos todos los espacios sociales pero seguiremos compartiendo nuestro Google Sites y nuestro Dropbox, por ejemplo. Porque son los sitios donde seguiremos pasándonos conocimiento del uno al otro.
2. Si sale algún proyecto en el que uno de los dos pueda aportarle valor al otro, colaboraremos.
3. Nos seguiremos viendo para nuestras cenas y comidas… o en otros sitios de esto del 2.0. (Eso sí, el 2shareworld Summit que os ha acompañado tres años ya no se repetirá.. bueno sí, sin la marca, sí).
4. Ambos nos concentraremos en nuestro trabajo de asesoría para la definición y el desarrollo de la estrategia digital corporativa ya sea en la vertiente de comunicación, de marketing, de modelo de negocio, y de cambio y de formación interna.
5. Ambos seguiremos mentorizando a start-ups… una cosa que nos encanta a los dos.
6. Y queremos seguir dando conferencias y charlas, otra cosa que nos motiva muchísimo.
7. Y tendremos nuestros proyectos “solidarios”: los Think Tanks y asociaciones donde estamos inmersos.
8. Sin olvidarnos de la formación, claro.

En fin, fue muy bonito y divertido mientras duró. Pero, como decía Presuntos Implicados, la historia ha llegado a su final y no queremos recordarla con tristeza.

De momento, este mes de agosto lo aprovecharemos para lavar la cara a nuestros sitios, pintar y todas esas cosas para que cuando llegue septiembre lo encontréis todo en su sitio.

Y ya que estamos, aprovecho para desearos un feliz verano. No actualizaré el blog durante agosto… las reformas no me lo permiten. Así que ¡nos vemos en septiembre!