Cada nueva composición escénica es un “viaje” que no está programado, las rutas no están señalizadas previamente en el mapa, se irán trazando poco a poco, con nuestro caminar.
Disponemos de las herramientas necesarias para ello: un cuerpo suficientemente sensibilizado ante un espacio vacío que iremos llenando de emociones, estructurándolo y ordenándolo mediante nuestras gestos y movimientos, descubriéndolos a través de la experimentación, sintiéndolos y vivenciándolos, extrayendo de ellos lo más puro, perfilando su diseño, encontrando su música, sus latidos, sus silencios...
Cuerpo, espacio y ritmo son los utensilios básicos sobre los que se irán trenzando los finos y variados hilos que conformarán la obra final. Según los utilicemos así serán los senderos por los que nos adentremos, uno nos llevará a otro, todos irán quedando señalizados y unidos.
Extracto del libro: CREATIVIDAD CORPORAL - Composiciones basadas en trabajos de investigación en Expresión Corporal – Mercedes Ridocci
Próxima reedición, enero 2020