Al comentar el texto de Aristóteles en el que polemiza con sus antecesores sobre el tema de la relación entre cuerpo y alma nos han surgido dudas que vamos a intentar aclarar.
En el texto, Aristóteles defiende que “el alma es entelequia y forma de aquel sujeto que tiene la posibilidad de convertirse en un ser de tal tipo” o dicho de otro modo: que un alma sólo puede ser alma de un cuerpo apropiado para tal alma. La cuestión es: ¿Por qué Aristóteles opone esta idea a sus predecesores que según él endosaban cualquier cuerpo con cualquier alma? Vayamos por partes:
1) ¿Quiénes son esos predecesores? No puede ser Platón, porque la reencarnación de las almas en Platón son siempre en humanos. El alma es principio de conocimiento y solo el hombre conoce.
El ciclo de reencarnaciones quedaría así:
- Seguidor de la sabiduría, la belleza la cultura o el amor.
- Monarca
- Político, administrador u hombre de negocios.
- Atleta, entrenador o médico.
- Profeta o autoridad en un ritual.
- Poeta u otro artista mimético.
- Artesano o agricultor.
- Sofista o demagogo.
- Tirano.
2) ¿Qué otros filósofos anteriores a Aristóteles nos hablaron de reencarnación? ¿de dónde sacó esa idea Platón? De los pitagóricos.
Si buceamos en los textos aristotélicos sobre el alma encontramos algunos pasajes en los que el estagirita nos presenta su teoría sobre el alma en contraposición con las noticias que él tenía de los pitagóricos. Como sabéis, aquí se mezclan ritos religiosos y primitivas concepciones mágicas de la realidad: en muchos pueblos hay alimentos vedados y animales consagrados para el sacrificio. La cuestión es que estas noticias fueron pasando de boca en boca hasta que llegaron a Aristóteles en el S.IV. Así nos dice:
“Todo lo que estos pensadores [los platónicos y otros], intentan hacer es definir la naturaleza del alma; respecto a la del cuerpo, cuya naturaleza es recibirla, no añaden definición alguna, como si fuera posible, al igual que en las historias pitagóricas, que algún alma no estuviese revestida por un cuerpo”. De Anima 407b 20
Lo cierto es que por su propia condición de escuela mágico-religiosa sabemos poquito sobre los pitagóricos, pero parece ser que creían en un parentesco universal entre todos los seres vivos. De ahí la prohibición de comer algunos animales o partes de algunos animales pues en ellos podría entrar el alma de un hombre.
Resumiendo:
- En contraposición con Platón, para Aristóteles lo único que existe son sustancias, entonces los seres vivos lo son y como tales están compuestos de materia y forma.
- La forma de los seres vivos es su alma mientras que el cuerpo es materia. El cuerpo es potencia y el alma es acto (materia-forma y acto-potencia son dos modos de mirar la misma cosa: “la materia es potencialidad y la forma actualidad”).
- Para Aristóteles el alma es principio de vida: todo lo que está vivo es porque tiene alma.
- Si la vida se nos presenta en diferentes grados de complejidad es porque el alma posee diferentes funciones según el ser del cual se trata: vegetativo, sensitivo y racional.
- El alma es forma del cuerpo. Es lo que hace que el cuerpo actualice las potencialidades que le son propias.
- Alma y cuerpo están necesariamente unidos y sólo pueden darse en unidad armónica: alma vegetativa-cuerpo vegetal, alma sensitiva-cuerpo animal, alma racional-cuerpo humano.
- Aristóteles tiene una concepción unitaria de las sustancias: una sustancia es lo que es por su cuerpo y por su alma (recordad que las causas para conocer lo que algo es incluyen tanto la formal como la material). Si materia y forma no pueden darse por separado no tiene sentido cuestionarse la preexistencia del alma o su posible reencarnación.