La introducción del montaje en cadena revolucionó la industria automovilística. La casa Ford comenzó a aplicar esta innovación en 1913 y rápidamente incrementó su producción. Con el montaje en cadena, se podían fabricar mayor número de coches de forma más rápida y a menor coste, por lo que podían ser más accesibles para los consumidores. En la imagen, trabajadores instalan una puerta en la moderna planta de montaje de la Ford Motor Company en Ohio, EEUU.