Caer en la trampa

No puedo más, dijiste. Algo aquí dentro insiste. Te detuviste en seco. Se acabó correr. Tras dos minutos tu respiración se estabilizó y comenzaste a caminar de regreso a casa. Última carrera juntos, te dijiste a ti mismo mientras en la lista de pros se producía una verdadera estampida hacia la lista de contras.  

Y allí se quedaron tus ganas, la alegría, las mañana frías, las risas con los amigos, …  

No puedo seguir, me han abandonado los motivos. Te repetías recurrentemente.

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El Running es agradecido con el esfuerzo y la constancia. Una de sus principales estrategias que utiliza para captarte y fidelizarte es la rápida progresión que nos permite cuando comenzamos a correr siguiendo y cumpliendo un plan de entrenamiento más o menos predefinido. Como toda “buena” operadora telefónica que te ofrece grandes ventajas y descuentos para captarte como cliente y te hunde en el pozo de las miserias cuando ya te tiene atrapado en sus redes a modo de contrato de permanencia, el Running puede ser muy duro contigo una vez te ha captado.

Sus armas de persuasión, sus encantos toda la luz del principio se puede tornar en oscuridad y desaliento si no gestionamos bien nuestro Running. Huye de ponerte metas imposibles, huye del siempre más rápido, del siempre más lejos. Huye de la presión auto-impuesta, huye de los números, huye de algo o alguien que te prometa más por menos, huye de los milagros, porque estos no existen y por encima de todo huye de correr corriendo, no caigas en la trampa.

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Han pasado dos semanas. Alguien te ha dicho que estas muy serio. Hace días que no sonríes. ¿Te pasa algo?. No,no me pasa nada. De repente suena el móvil. ¡Tio! ¿Te vienes esta tarde a correr?. No. Venga vente. Vaaaaleeee.

Llevas dos minutos corriendo.Ya estas riendo.

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Progresa y crece como runner y como deportista de forma controlada y sensata. Disfruta del camino mientras lo re-CORRES. No fiscalices tu hobby, tu pasión, tu válvula de escape.