Dicen las malas lenguas que los cirujanos se manchan de sangre, los traumatólogos de yeso y los anestesistas de café. Tal vez, por hacer honor a este dicho, la máquina de café de los quirófanos está en el pasillo de Anestesiología. Y es un café, si hacemos caso del letrerito, de lo más caliente…
¿¿¿¿Consumaciones???? Está claro aquí quienes van como putas por rastrojos...