Café Comercial: larga (y nueva) vida al café centenario

Hay espacios en Madrid que no deberían morir, locales que forman parte de la historia de la ciudad. Pero es verdad que muchos, a veces, necesitan una renovación, un cambio de aires para que las nuevas generaciones también se sientan atraídas por esos sitios que enamoraron a sus padres o a sus abuelos. El Café Comercial era un lugar repleto de anécdotas, de clase y de personajes imprescindibles para Madrid pero poco a poco, su encanto de café parisino, elegante y acogedor, se había difuminado. Hasta que el grupo Escondite (dueños del restaurante homónimo, de Lady Madonna o Barbara Ann) lo recuperó después de dos años cerrado y le dio una nueva vida, con nueva decoración y nueva carta, sin perder la esencia de la historia, lo más castizo de su espíritu, pero con la vista puesta en el futuro, en los nuevos clientes que poblarán de nuevas anécdotas sus paredes.

La restauración y modernización del "café más antiguo de Madrid", con 130 años de historia, ha sido "compleja", tal y como reconoce Alex Alburquerque, uno de los socios propietarios del Café. Ha habido que restaurar los elementos protegidos y acondicionar los espacios (con un proyecto llevado a cabo por el arquitecto Miguel Ángel Santa, del estudio Rehabilitar y el estudio Madrid in Love en el interiorismo) para reaparecer manteniendo su identidad cultural pero con nueva oferta gastronómica. "Como cafetería, no se sostenía económicamente. Antes no tenía una carta amplia y ahora, hemos buscado una selección de cocina tradicional mediterránea, muy castiza, para tener una oferta mayor y para más público", explica Álex.

El chef Pepe Roch, asesor gastronómico del Grupo El Escondite y socio en este proyecto, se ha encargado del diseño de este regreso a los sabores castizos dándoles un toque contemporáneo y por el producto de Madrid como protagonista. En el Café Comercial, encontramos dos cartas distintas: una en la barra, dispuesta para los vinos, los vermús y las cañas con tapeo y raciones y la del restaurante, más cerca de la comida celebrada y reposada. Pero ambas coinciden en un mismo fundamento, la vuelta a las raíces madrileñas y a la cocina de mercado.

La carta del restaurante se divide en cinco secciones: Raciones de Taberna, en la que destacan las albondiguillas de buey guisadas en salsa clásica con azafrán; Los clásicos castizos, donde probar unos callos de morro y pata al carbón con garbanzos de Fuentesaúco o la deliciosa ensaladilla clásica El Comercial; Madrid en Ascuas... josper! en la que destacan las carnes de vacuno de La Finca; Al Horno, para los amantes de la cocina hecha a fuego lento con recetas como el canelón de rabo de toro con su jugo con bechamel y portobello o La Lonja Mercamadrid -el mayor puerto de España-, con los pescados más frescos del día cocinados de forma tradicional. Grandes espejos, mesas de madera, visillos y mármol enmarcan al más puro estilo parisino todos estos platos castizos.

Pero la parte que más me sorprende de la nueva restauración del Café es la planta de arriba, la más anticuada y donde Madrid in Love se ha lucido especialmente, combinando texturas, lámparas, tapices y luces para crear los espacios más elegantes. Completan la decoración retratos de grandes escritores que pasaron por allí a lo largo de los años, frases célebres y fotografías curiosas de objetos del café que transportan a otra época. Hay frases especiales, diferentes y que llaman mucho la atención creadas por el poeta Rafael Soler y un precioso fotomatón.

Y para mantener la noche, la amplia carta de cócteles y la agenda de actividades culturales. Con presentaciones de libros, charlas sobre fotografía y exposiciones, festivales y otras citas.

Si llueve, la cristalera es amplia para ver Madrid pasar desde su historia. Si luce el sol, la terraza permite imbuirse más del bullir de la ciudad, con el cóctel en la mano o las raciones en la mesa. Hace mucho, yo me visualicé con muchos años jugando la partida con mis socias, con el Vogue y varios gintonic sobre una mesa del anterior Café Comercial, compartiendo recuerdos y chismes. Entonces, el entorno no me acompañaba. Ahora creo que ha llegado para quedarse, también en mi historia. Y en la de Madrid.

Café Comercial. Glorieta de Bilbao, 7. Horario: de lunes a viernes, de 7.30 a 2.00h. Sábados a partir de las 8 de la mañana y domingos, desde las 8.30. Tel. 910 882 25 25. Precio medio: 35€.

* Fotos: LuciaMPhotography facilitadas por ellos.