Chabuca Granda es una leyenda y lo es mucho más para quienes nacimos después de su muerte. Se habla tanto de su elegancia, magia y fuerza que me cuesta pensarme en su mismo plano de realidad. Aun así, juego a imaginar lo que sería celebrar su cumpleaños número 100 con ella en la tierra.
Se le montaría un tremendo homenaje en su reinaugurado Café Concert Zeñó Manué. Ya hubiera rechazado algún cargo público. Viviría en un departamento en Barranco con vista al mar, cerca de sus lugares favoritos, lejos del barullo y del deterioro. Para celebrar sus 100 años, ella hubiera roto la botella de champán en la Alameda.
¿Qué personajes emblemáticos hubieran asistido a su fiesta? Chabuca Granda es recordada por su larga lista de amistades, a quienes retrató y enalteció en sus canciones. Por eso he querido hacerla aparecer, juntándolxs en una mesa imaginaria de un Café Concert. Pongan play e invoquémosla.
LAS FLORES BUENAS DE CHABUCA
MAURO MINA, PUÑO DE ORO
“¿Recuerdan que Mauro silenciaba su lesión a los ojos a fin de poder combatir por el campeonato mundial y traer ese título al Perú?”. La tragedia de Mauro Mina la conmovió. Era 1965 y el 'Bombardero de Chincha' estaba a punto de pelear por el título mundial de los semipesados, cuando se le exigió retirarse por una lesión en la retina.
Chabuca compuso "Puño de oro" en un impulso creativo, reciclando la hoja de un menú de la Peña Karamanduka. Estrenó la canción esa misma noche homenajeando en vivo a Mauro Mina, quien se encontraba entre la audiencia. Días después, en un gesto que solo entienden quienes conocen el valor de los regalos, iría a visitarlo a su gimnasio para entregarle la grabación. Mauro se emocionó hasta llorar. Chabuca le comentaría, en una entrevista televisiva en ese mismo lugar: “Mis canciones no tienen más mérito que el personaje que está en ellas”.
Mauro, puño de oro,
no te digo adiós si aquí te quedas,
dentro de mi corazón,
hermano honrado
Crónica sobre Mauro Mina en la prensa internacional.
MARÍA LANDO Y MARÍA SUEÑOS
De apellidos Sueños y Landó, Chabuca representó y cantó a las mujeres trabajadoras del Perú y de Latinoamérica. "María Landó" es ejemplo de que las grandes obras no son inventos de genixs mágicxs y egos inspirados. Fue César Calvo quien le mostró a Susana Baca el poema compuesto por él y musicalizado por Chabuca, ya en el otro mundo. Susana registró al mismo César Calvo cantando el tema y en 1984 grabó la versión que conocemos. Pero eso no es todo. David Byrne escucharía esa canción en sus clases de español en Estados Unidos y, embelezado, invitó a Susana Baca a participar en el disco The Soul of Black Peru y a tocar juntxs. Sinergia y coincidencia que catapultaría la carrera de Susana. No puedo evitar imaginar a lxs cuatro en la misma mesa del Café Concert, fascinadxs por este viaje o brujería musical que ellxs mismxs propiciaron.
JAVIER HERAUD, EL POETA GUERRILLERO
“Hice muchas canciones así, hasta que supe que había guerrillas en el Perú y que había muerto en ellas un poeta: Javier Heraud. Tenía 21 años y cayó por culpa de todos. Porque todos lo matamos y no solo la policía”. Durante 4 años Chabuca Granda enmudeció. Fue a través del poeta amigo César Calvo que conoció a Heraud, su anecdótas, su amistad. La impactó la muerte del poeta guerrillero a los 21 años, atravesado por 19 balas de metralleta, que días antes le escribía una carta de despedida a su madre confesándole que no estaba en Cuba estudiando cine, sino que volvía a Perú a conformar la guerrilla.
A pesar de vivir en el mismo barrio nunca se conocieron personalmente. Chabuca le dedicó todo un ciclo de canciones, enalteciéndolo, sufriendo su tragedia. Dos de ellas grabadas con su voz: Las flores buenas de Javier y El fusil del poeta es una rosa, además de Un cuento silencioso, Un bosque armado, Desde el techo vecino, En la margen opuesta y Silencio para ser cantado. Unxs dicen que fueron hasta diez canciones.
Mientras jugó la guerra de los niños
con un fusil hecho de cualquier cosa,
quizá de arroz, quién sabe de una rosa,
envejeció de amor cargando furias
y se enroló a morir donde antes quiso,
simplemente sucede y como dijo
ese día, el fusil era una rosa
rastrillada en el aire, peligrosa
Fotograma del documental "El viaje de Javier Heraud" (2019).
VICTORIA ANGULO CASTILLO, LA FLOR DE LA CANELA
Su canción más famosa le tomó un año de trabajo, concluída el 7 de enero de 1950. La presentó el 21 de julio del mismo año, dedicándosela en su cumpleaños a su amiga Victoria Angulo, La Flor de la Canela. Su andar elegante desde la Botica Francesa en el Jirón de la Unión, donde Chabuca trabajaba, hasta su casa en el Rímac es el alma de la canción.
La composición hilvanó otras frases que Chabuca iría tejiendo meticulosamente. La línea del puente, el río y la alameda fue sacada de una conferencia del historiador Raúl Porras Barrenechea. El Déjame que te cuente..., tomado de los pregones de unos músicos de La Victoria, oídos en la fiesta de cumpleaños de un doctor de apellido Moreno en su casa de la Plaza Dos de Mayo, y anunciado por Chabuca, en medio de una epifanía en el balcón, como la pieza faltante por fin encontrada. La Flor de la Canela sería popularizada por el trío Los Chamas, 4 años después.
Chabuca Granda siempre estuvo agradecida con Victoria por prestarle la inspiración y se encargó de hacer públicos su cariño y respeto. Alguna vez le enviaría un ramo de flores, junto a un diploma concedido por la Municipalidad de Lima y el mensaje: "Victoria queridísima, yo soy la popular, pero tú eres la importante".
CAITRO SOTO Y FRAY MARTÍN
Caitro Soto y Chabuca fueron mucho más que amigxs. Su relación fue entrañable, casi sanguínea. Caitro se refería a Chabuca como su mamá. Fruto de este amor y del intercambio musical con Félix Casaverde en la guitarra, nos dejaron el disco “Tarimba Negra” (1978). Chabuca ya había incorporado ritmos como el landó y el festejo a su música, pero sería recién con Caitro que el cajón orquestaría su voz. Caitro incluyó dos temas populares recopilados por él en este álbum: "El arrullo" y "Curruñau". Con Coplas a Fray Martin, problematizan la figura del santo de la escoba:
Y es la esperanza del pobre
y es el consuelo del rico,
un hombre de tez morena
y el alma como paloma
Cuentan que la muerte de Chabuca impactó mucho a Caitro hasta el dejarlo en el silencio. Estaba tan triste que decidió alejarse un tiempo de los escenarios y trabajar como taxista.
Quédate con quien te mire como Caitro Soto a Chabuca Granda. | Foto: Archivo El Comercio
ÓSCAR AVILÉS Y EL GALLO 'CAMARÓN'
Canciones como "Camarón" fueron posibles por la química musical que mantuvo con Óscar Avilés durante 15 años. En el disco Dialogando de 1967, Chabuca nos canta el conflicto existencial de un gallo de pelea justo antes de una riña decisiva. Ansioso por lucirse, consciente de su inminente muerte, descifrando las emociones de su amo.
Tiene ansiedad de tragedia por mi muerte o por mi vida.
Se le salta el corazón de despedida.
De trofeo, de emoción, por mi muerte o por mi vida.
Quítame gallero trabas, para reñir fui criado.
Tengo la caña cuadrada y el pecho muy levantado.
VIOLETA PARRA, CARDO O CENIZA
"Cardo o Ceniza" es el tema más conocido de otro ciclo de canciones, esta vez en honor a la folklorista Violeta Parra. La canción se inspira en la relación entre Violeta y el músico y antropólogo suizo Gilbert Favre, a quien le doblaba la edad. Fue su profunda depresión, alimentada en parte por este amor no correspondido, la que la llevaría a pegarse un tiro en la cabeza.
¿Cómo será mi piel junto a tu piel? Conmovida, y tal vez identificada, canta desde el erotismo y el amor–desamor. Chabuca resumía su fallido matrimonio así: diez años con la sonrisa ausente.
Además, Chabuca tiene toda una serie de canciones dedicada a la artista chilena: “Sonreía”, “Si fuera cierto”, “No me acerco”, “Misterios que no alcanzo”, “Aprendí a callar”, “Me das miedo”, “Tan mal amor”, “Me he de guardar”, “Distinto puede ser”, “Empezará en el vaso de vino”, “Allá detrás de lo que dejó”, “Donde a morir me llama” y “No me hagas daño”.
Chabuca Granda tiene un ciclo de canciones dedicadas a la artista chilena Violeta Parra.
JUAN GONZALO ROSÉ EN UN RÍO DE VINO
Juan Gonzalo Rose también estuvo en el álbum de amistades poéticas de Chabuca Granda. Imagino que sus sensibilidades especiales se encontraron y simpatizaron. Juan Gonzalo también compuso valses eternos, como "Tu Voz", popularizado por Lucha Reyes. Chabuca comprendió, con ternura, el gusto fulminante de su amigo por el alcohol. Le dedicó la canción “Un río de vino”.
Dijo Chabuca sobre el poeta: "Cantó al vino y al amor, a los demás. Canción que hice suponiendo que para los seres delicados, puede no haber otra muerte que la muerte por vino”.
Llegaré a las orillas del vino
y entonces...
moriré...
LUIS GONZÁLES Y LXS CAMPESINXS VENCEDORES
El disco Paso de Vencedores (1974) condensa uno de los giros de su carrera. Con la canción del mismo nombre, celebró a la Reforma Agraria, al Gobierno Revolucionario y a los sujetos políticos de la época: lxs campesinxs. Campesino triunfador, hermano nuevo. Olores de revolución, patria en barbecho. Trabajó con el joven guitarrista y arreglista Lucho González, con quien mantuvo una relación creativa de 7 años, incorporando notas de bossa nova y jazz a sus composiciones. Participó con el vibráfono el jazzista Jaime Delgado Aparicio. Con reminiscencias de la Batalla de Ayacucho, la que por fin nos daría la independencia de España, Chabuca, muy lúcida, articula el proyecto velasquista con el de las luchas sociales de las guerrillas: Soldado toma la luz del guerrillero, todo se llena de sol, nuestro es el fuego.
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CHABUCA, UN RÍO PERMANENTE
Después de superar el dolor por la muerte de su amiga, César Calvo se animó a dar entrevistas y por fin hablar de ella. A la pregunta, "¿Cómo era Chabuca?", respondía que era "como un mitin, un montón de gente". Que él tuvo la suerte de conocer a algunas Chabucas, y que eso le alegraba la memoria y se la llenaba de sol. Me hace pensar en todas las mujeres que la habitaron en su niñez, juventud y madurez. En todxs lxs amigxs y personajes que la conmovieron, a lxs que enalteció y les abrió las puertas de su casa y de fiestas, funerales y silencios en su corazón.
Ante la insistencia del periodista por una definición, César Calvo soltaba una atrevida analogía:
"¿Cómo se puede definir brevemente al Amazonas? ¿Sabes cómo? Zambulléndose en el río. Lamentablemente nunca me zambullí en Chabuca. Chabuca fue un río permanente que sigue arrollándome. No permitió que nadie se humedezca con sus lágrimas."