Como bien indica su nombre, el café verde es el fruto del cafeto que no habiendo terminado su desarrollo, tiene la pulpa color verde y no tiene sabor ni olor. Para que nos entendamos mejor, es el café que se encuentra listo para ser tostado y posteriormente molido, convirtiéndose en el café que estamos más habituados a tomar.
¿Y qué tiene de especial el café verde? El grano verde contiene más de mil componentes químicos distintos que contribuyen a dar al café ese sabor y aroma que resultan tan agradables y característicos. Entre esos componentes se encuentran agua, materias grasas, proteínas, minerales y vitaminas además de ácidos orgánicos y alcaloides como los ácidos cafeilquínicos y clorogénicos, trigonelina y cafeína.
La cafeína es conocida por poseer diferentes propiedades como estimular la actividad intelectual y física, ayudar a la digestión y combatir la migraña. Por otra parte la cafeína aumenta el consumo de calorías del organismo contribuyendo a la pérdida de peso. Como contrapunto, el exceso de cafeína también puede ser perjudicial para el organismo (elevar la tensión arterial, nerviosismo, problemas cardiovasculares o para conciliar el sueño, etcétera). O sea que entre poco y mucho, hay un medio.
La torrefacción (el grano de café tostado que todos conocemos) disminuye un poco el contenido en cafeína (pero muy poquito) y también destruye el cafesterol y el kahweol. Estas dos substancias tienen la particularidad de inducir en el hígado la acción de una enzima muy importante: la Glutation-S-Transferasa o GST.
La GST es una enzima encargada de activar el sistema de desintoxicación del organismo, ayudando así a la eliminación de substancias de polución en relación a la vida moderna como: pesticidas, gases de automóviles, etc.
El café verde es un excelente tónico debido a sus facultades de regeneración (entre otros, por el proceso arriba indicado), a la vez que ayuda a combatir los radicales libres gracias a sus propiedades antioxidantes.
En cuanto la acción adelgazante del café verde, varios estudios han evaluado que el extracto de café verde puro incrementa significativamente tanto la pérdida de peso como la proporción entre la masa muscular y la grasa.
Este mecanismo de acción está relacionado principalmente con el metabolismo de la glucosa: inhibición en la liberación de la glucosa a la circulación. Se cree que al limitar la cantidad de glucosa disponible para energía, se fuerza al cuerpo a quemar más grasas, por lo que sí que es cierto que el café verde puede ayudar o ser beneficioso en las dietas para perder peso (pero no esperéis milagros).
El café verde está indicado para:
Prevenir la formación de cálculos renales y biliares.
En estados de falta de energía o fatiga crónica.
En el tratamiento contra las adicciones (tabaco y alcohol).
Combatir los radicales libres.
Dietas de adelgazamiento.
Contra la celulitis.
El café verde se comercializa de diversas maneras: en grano, molido, soluble, solo o mezclado con café tostado, descafeinado, en extracto, en suplementos adelgazantes o antioxidantes, entre otros. (Antes de tomar estos últimos, es aconsejable que consultéis a un profesional de la salud o especialista).
Por último, también se puede encontrar en la formulación de algunos cosméticos. Cada vez la oferta se va diversificando. ¿Y vosotros? ¿Habíais oído hablar alguna vez del café verde? ¿Lo habéis probado? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!!
Besos desde mi blog!!!
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