“Caí de un ataque al corazón y morí”

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En 2018, se le recordó a Blake Gauthier que la vida puede cambiar en un rasgar y cerrar de luceros. El Gauthier de 6 pies y 7 pulgadas, que pesaba 530 libras en ese momento, fielmente cayó muerto de un ataque al corazón mientras caminaba por la calle. Por fortuna, volvió a la vida a tiempo para darse cuenta de que la vida es demasiado corta y demasiado preciosa para darla por sentada.

Dos abriles y más de 200 libras perdidas luego, Gauthier tiene el corazón de un muchacha de 20 abriles y el cuerpo que lo respalda. Su ataque al corazón podría haberse llevado todo. En cambio, como describe en su historia de transformación, le dio todo lo que necesitaba para cambiar.

En mi momento más pesado, pesaba más de 530 libras. Un par de abriles antaño de eso, estaba en congruo buena forma. Eso fue antaño de que decidiera renovar las casas en las que vivíamos mi novia y yo y venderlas.

En empleo de hacer lo inteligente y trabajar en ellos uno a la vez, decidimos hacer uno y otro a la vez. Eso significaba que no teníamos cocina para usar, que es lo que causó el aumento de peso. Todo se convirtió en una especie de hipérbole de cocaína hasta que caí muerto.

Hice lo que cualquier pequeño de mi momento hubiera hecho: ignoré las señales de advertencia

No voy a mentir Hubo algunas advertencias de que poco iba a suceder. Subía un tramo de escaleras y llegaba a la cima colgándome de los caminos y sintiendo como si mi corazón latiera fuera de mi pecho, lo que en retrospectiva fue una pista. Pero pensé que estaba aceptablemente.

Un día estaba caminando por la calle con mi novia en ese momento, quien, gracias a Dios para mí, era enfermera, y de repente, no pude recuperar el aliento. Reminiscencia que extendí la mano para agarrarme a la muro de un edificio. Lo venidero que supe fue que estaba en una ambulancia. Me acababan de traer de regreso luego de vencer de un infarto.

Aproximadamente dos días luego, me ataron a esta mesa en posición de crucifijo. Había una gran pantalla de televisión a mi flanco y pude ver esta pequeña cosa en la pantalla yendo en dirección a un corazón latiendo. Me di cuenta de que en verdad era mi corazón, y estaban entrando por mi muñeca y tratando de sacar un coágulo de parentesco. Fue una gran llamamiento de atención.

Pensé que mi vida había terminado

Me rompí el cordón cruzado susodicho y el cordón cruzado susodicho cuando me caí, lo que dificultó un poco mi recuperación. Estuve boca hacia lo alto en el sofá durante seis meses tratando de que mi corazón sanara. Empecé a pedir cualquier tipo de comida rápida que puedas imaginar. Además comencé a escanciarse. Tomaba casi una caja de cerveza al día. Cuanto más bebía o más comía, más me deprimía. Se convirtió en un círculo vicioso. Pensé que mi vida había terminado, a pesar de que me habían traído de regreso para una segunda oportunidad.

Un día estaba hablando con mi hija y escucharla decirme cuánto me extrañaba me devolvió a la verdad. Me di cuenta de que si quería que mi hija tuviera un padre cuando creciera, tenía que hacer algunos cambios importantes.

Tuve que levantarme del sofá

Cuando colgué el teléfono, agarré mis muletas y me obligué a levantarme del sofá. Caminé hasta el final del patio trasero y de regreso a la casa, que tenía unos 80 pies en total. Estaba cansado cuando regresé a la casa, pero decidí que iba a hacer eso todos los días. Luego comencé a intentar hacerlo dos veces al día.

Al principio, ni siquiera podía subir un tramo de escaleras sin advertir que mi corazón iba a explotar. Luego, poco a poco, comencé a hacer más pequeños cambios. En empleo de conducir hasta la tienda de la vértice, caminaba. En empleo de ordenar, comencé a hacer mi propia comida y volví a tener un plan de viandas más saludable. Poco a poco, el peso empezó a perder.

En poco más de un año por mi cuenta, bajé casi 170 libras. En ese momento, me di cuenta de que quería dar el venidero paso. Contraté a un monitor personal, Josh DeMelo, quien se convirtió en mi monitor. He estado entrenando con él durante un año.

La fracción del hombre que solía ser, el doble del hombre que era

He perdido casi cien libras más y he vacada una cantidad significativa de músculo. Esta transformación me ha hecho cambiar todos los aspectos de mi vida, desde levantarme por la mañana hasta hacer deporte, engullir y tomar decisiones saludables, tanto mental como físicamente. Empecé a decirle a la clan que soy la fracción de hombre que solía ser, pero además soy el doble de hombre que era.

Un retentiva apareció en las redes sociales hace unos seis meses. De hecho, pude subirme a una bici estática y hacer una revolución completa en los pedales. Eso fue hace escasamente un año y medio. Ahora, hago deporte en el pabellón durante una hora y media, dos horas, todos los días, sin incluir las sesiones de cardio. Entonces, es simplemente asombroso lo que tu cuerpo es capaz de hacer cuando te esfuerzas.

El corazón de un campeón

A posteriori de perder más de 200 libras, fui a ver a un cirujano plástico para una cirugía de extirpación de piel. Conveniente a mis problemas cardíacos anteriores, me hicieron hacer un electrocardiograma y retentiva que el cirujano me llamó él mismo para revisar los resultados. Lo primero que pensé fue: “Oh, no, encontraron poco. Todo este trabajo que he estado haciendo es en vano”.

En cambio, el médico dijo: “Estoy mirando su electrocardiograma y, según lo que estoy viendo, no hay ningún daño en su corazón. Tiene el corazón de un muchacha de 20 abriles”. Me hizo darme cuenta de que todo este trabajo que había estado haciendo había cedido sus frutos.

Fielmente fui a dar saltos por la carretera ese día, estaba tan emocionado, si puedes imaginar a un hombre de 6 pies y 7 pulgadas saltando por la carretera. ¡Fue todo un espectáculo!

Los 5 mejores consejos de transformación de Blake

1. Sepa lo que está en encaje

Tenía la mentalidad de que si no comía de la forma correcta, de la forma saludable, estaría de regreso en esa ambulancia por la indeterminación. Quizás no podrían traerme de regreso. Eso hizo que fuera congruo liviana seguir un plan de viandas saludable.

2. Vuelva a lo fundamental saludable

Los alimentos en los que confié para descender de peso fueron el pollo y el arroz, el yogur ininteligible y el requesón. Eran prácticamente los alimentos básicos en los que me habían criado y siempre disfrutaba de que volviera en empleo de pedir un Baconator.

3. Establezca metas pequeñas

Dividí esas grandes metas de pérdida de peso en metas mucho más pequeñas y alcanzables, y cada día hacía poco para trabajar en esa dirección. Por ejemplo, me decía a mí mismo: “Para fines de este mes, quiero descender otras cinco libras”. Una vez que alcancé esa meta, diría: “Está aceptablemente, ahora, para fines de este mes, quiero perder otras cinco libras”.

4. Respete sus límites

Una de las cosas más difíciles para mí fue cuando comencé a hacer cardio más intenso. La mayoría de los atletas esperan con ansias esa sensación de su corazón latiendo y sabiendo que se está esforzando. Había pasado por el ataque al corazón. Eso fue congruo aterrador para mí durante congruo tiempo, así que tuve que retroceder un poco y tomármelo con calma.

5. No siempre tienes que ser positivo

No mentiré, algunos de mis mejores entrenamientos provienen de días en los que estoy positivamente enojado por poco. En esos momentos, mi motivación es: “Voy a hacer esto solo para demostrárselo a todos los demás”. Por lo tanto, no importa de dónde obtengas tu motivación, siempre y cuando te levantes y te pongas en movimiento.

Para encontrar un plan de entrenamiento para su propia transformación, consulte BodyFit.

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