Caí en depresión cuando perdí a mi gato

Un día que no olvidaré y no me gusta recordar, es muy duro escribir lo que tengo que contar….Pero espero que a alguien le valga de algo mi experiencia.

Recuerdo como el día anterior como cada lunes limpiaba con esmero el salón y recuerdo como en un momento dado lo dejé encerrado en la habitación de “los animales” mientras fregaba el suelo, el estaba como loco por entrar con mi otra gata.

Como cada día terminé exhausta, como cada lunes y bueno me tumbé en el sofá y vi un poco la tele y me acosté..

Recuerdo como mi novio me llamó muy temprano que mi gato estaba mal..No me lo creía, creía que era un mal sueño, no sabía tan siquiera si aún estaba dormida..Creía que era una pesadilla y lo era.

No entendía no entendía que pasaba no entendía y sigo sin entenderlo, cuando pienso en ello un escalofrío recorre todo mi cuerpo y una inmensa pena me come por dentro como un malicioso gusano que lo devora todo..

No entraré en detalles porque sinceramente no puedo, no puedo, no soy capaz de contar lo que pasó, lo que en esos momentos vieron mis ojos..Mi gato ya no era mi gato y estaba sufriendo, no sabía que pasaba..no sabía que hacer..fueron momentos y horas cruciales y muy duras y fueron un punto de inflexión muuy grande en mi vida.

Cualquiera pensará que solo era un gato, no era mi vida.Mis mascotas han sido siempre mi vida, mi alegría, mi ilusión, cada animal que he adoptado o rescatado ha sido un cachito de mi corazón muy grande.

Fueron muchas horas mirando el reloj pensando que pasaría si no tenía solución, si el diagnóstico era desfavorable.Hoy con Internet buscando los síntomas más o menos sueles dar con lo que tiene un animal, una persona, aproximadamente te haces una idea, no digo que sea exacto..Para eso están los médicos.

Tomé muchas decisiones en mi vida en esos momentos y fueron como digo un punto y aparte para mi en muchas cosas, el aliento se secaba y me costaba respirar y no podía, no entendía porque otra vez me pasaba esto y la vida me castigaba.

Por desgracia el diagnóstico fue desfavorable y tuve que tomar decisiones certeras y rápidas que ni yo misma era capaz de asimilar.Tenía que decirle adiós a quien yo más quería y decidir lo mejor para que el no sufriera.

Me dieron cinco minutos para decirle adiós, no más de cinco minutos, cerraba la clínica…Cinco minutos para despedir a un ser que en los últimos cinco años me había dado tanto…Tanto..No sabía como devolverle tanto amor..

Así que así me despedí de mi trocito de cielo…Al cual no sabía cuando podría volver, no pensaba en nada, no quería vivir, la pena me comía el llanto me devoraba, el cielo se había caído sobre mi como un gran bloque de hormigón y me aplastaba el alma..

Fue duro tirar muchas de sus cosas, fue duro limpiar la casa después de todo lo que había pasado y dejarla como si no hubiera pasado nada…El rincón donde había pasado sus últimos momentos con nosotros, esos momentos tan duros..tan horribles..

Tarde una semana en limpiar ciertos pelos que se habían quedado de el por toda la casa y por su cama y era duro mirar a cada sitio donde el siempre estaba y no verle.

En la clínica me plantearon la posibilidad de llevarme las cenizas y no lo pensé, dije que sí..Hubiera echo un pacto con el diablo con tal de que no se lo llevaran..Ya no me quedaba nada, al menos esto no?

La casa y la vida se caían ante mis ojos, solo me quedó seguir con mi vida y mis rutinas, esas miserables rutinas que me hacían olvidarme de todo y seguir con esta locura que es la vida..

Y si es cierto que seguí con mi vida y mis rutinas pero no era lo mismo, no soy tan fuerte, no soy de hierro, tenía el alma rota en mil pedazos y no había pegamento en el mundo que pudiera pegar aquello.

No en esos momentos no tuve una mano amiga, si hubiera tenido gente a mi lado que me hubiera cuidado hubiera sido distinto…pero no..

Hubieron dias que me venían ideas locas a la cabeza y voces me chillaban y gritaban, me pegaba golpes contra la pared y no podía respirar, no podía quitarme ese golpe en el estómago, no me sobreponía.

Pensaba en el y me ponía a llorar y solo repetía: mi pobre gatito, donde está?donde estás?

Y cuando escribo esto tengo que tragar saliva porque no puedo..

No encontraba salida a esta situación y sabía que esta vez no podría superar esta pérdida, sabía que había tocado fondo…

Pasaron los dias como pasan los cataclismos, y los meses y …aún ahora no entiendo como ni cuando pasó todo…fue extraño.

Casi muero en el camino y se murieron muchas cosas, no es fácil salir de una locura semejante tu sola, no es fácil volver a la vida como si no pasara nada..

Alguien más sabio que yo me dijo que ya había llegado su momento, su hora, que el ya no debía estar aqui que ya nada le ataba..Y aquellas palabras en esos momentos fueron como un jarro de agua fría para mi, fueron muy duras…Lo odiaba¡¡Por que?Por que?

Luego en casa reflexioné y reflexioné y quise aceptarlo entrar en razón, que no digo que fuera instantaneo, no lo fue…Yo no quería decir adiós, era una crueldad y era aceptar algo que yo no quería aceptar.

Pero es cierto que esas palabras, esa idea, no sé..eso me sanó.Puede sonar absurdo y ridículo pero debía aceptar que el ya no estaba ahi, que el había partido hacia otro plano, hacía otro lugar mejor, supongo que quería pensar eso..

Estuve una semana esperando sus cenizas, una semana en la que no entendía porque narices no me daban lo que me quedaba de mi pequeño…que tristeza.

Yo le quería tanto, tanto, luché por el tanto..No tengo palabras, no me queda aire en los pulmones, escribo y lloro porque sigo sin superar su pérdida..Pero estas cosas son asi, estas cosas de los animales, como de todo en la vida supongo..es asi.

Y tan solo quiero comentar que cuando se ama tanto tanto tanto hay que aprender a dejar volar cuando llega el momento..porque no queda de otra..Asi es la vida, yo sigo sin entenderlo..