Corredor natural de ese tiempoera nuestra risa
La tierra entraba por los piesY llegando a la boca era agua
Más tarde se hizo tempranoY una invasión de voces calló
Salpicado de telarañasEl aire en el aire
Y el pulmón quietoY la mirada quebrada
La salida, una luz opacaPara pedir perdón por no tener más
Hubo un tiempoCuando bastaba con el nombre
Tres cruces podían el desgarroDe un cielo demasiado extenso.
Mel McCuddin