Existen ciertos lugares que uno visita y lo recuerda por siempre. También existen ciertas personas que uno conoce en el camino y que también recordamos por siempre. Con la ciudad de Cairns, al norte de Australia, y con Paul, nuestro anfitrión de Couchsurfing, pasaron estas dos cosas; nunca los vamos a olvidar.
Después de disfrutar de cinco días fantásticos con amigos en Brisbane, el último destino de nuestro viaje por Australia fue la ciudad de Cairns. Llegamos con muchas expectativas por varios motivos. El primero era que pasaría mi cumpleaños numero 31 allí. El segundo que visitaríamos la Gran Barrera de Coral, el arrecife más grande del mundo, y el Daintree Rainforest, el bosque tropical más antiguo del mundo. El tercer motivo por el que estábamos ansiosos de visitar Cairns era que íbamos a vivir nuestra segunda experiencia nudista (la primera la vivimos en una playa en el sur de Brasi l).
Arribamos al aeropuerto de Cairns el domingo 7 de diciembre a las 09:00 hs. Nos tomamos un taxi y nos fuimos a la casa de Paul que nos estaba esperando. Nos presentamos, hablamos del viaje que estábamos realizando y... ropa fuera. Fue sentir que la libertad se apoderaba de nosotros en todo su esplendor. Fue la liberación de dos almas contenidas por tantos mandatos sociales que decían lo que estaba bien y lo que estaba mal con muy pobres fundamentos y sin tener en cuenta lo que nos hace felices de verdad.
Vivir esta experiencia nudista en la casa de Paul fue una de las mejores y maravillosas cosas que nos sucedió en este viaje. Vivir desnudos 4 días se transformó en lo más normal del mundo para nosotros. Lo raro era tener que vestirnos para salir a la calle. Descubrimos que los tantos preconceptos que tiene la sociedad pasaron de moda hace mucho tiempo.
Con Paul hablamos de todo. Desnudos. Nos fue explicando su filosofía de vida y nos sentimos muy identificados. Nos contaba que todo lo que hace en su vida es perseguir constantemente sus sueños y ser feliz. Nos decía que si hay algo que no le gusta hacer, simplemente no lo hace. Una mente abierta como pocas.
Entablamos una muy buena relación con Paul. Una noche le cocinamos Tacos. Desnudos. Para mi cumpleaños nos esperó con una gran cena que incluía Champagne y Copa de Camarones de entrada; como plato principal, Pastas a la mexicana (receta que le había enseñado su abuela); y de postre una rica tarta Bavarian de Chocolates. Por las mañanas, antes de irse a trabajar, nos preparaba una vianda para que lleváramos a nuestras excursiones durante el día. Nos cuidaba y atendía como si fuera un padre. Una persona muy amable y a la cual echaremos de menos. Ojalá que algún día nos volvamos a juntar. Esto es lo más lindo que tiene el viaje. Conocer personas maravillosas que se cruzan por el camino y que entran en tu corazón para siempre.
Turismo en Cairns
En Cairns hicimos dos grandes excursiones que se llevaron todos los premios. Primero visitamos la Gran Barrera de Coral. Contratamos a una empresa que nos llevó hasta varios puntos de la Barrera donde hicimos buceo y snorkel. Increible lo que vimos bajo el agua. Corales de millones de colores y formas. Miles de peces de todos los tamaños y un mundo subacuatico bellisimo. No podíamos creer todo lo que estabamos viendo. Magestuoso lugar. Además justo coincidió con el día de mi cumpleaños y los empleados me prepararon una especie de fiesta sorpresa, donde me cantaron el Feliz Cumpleaños en el mar y me regalaron una torta de cumpleaños que compartimos con todos los pasajeros y tripulantes del barco.
La segunda excursión que nos maravilló fue visitar el Daintree Rainforest, el bosque tropical más antiguo del mundo. Fue una excursión que duró 12 horas. Salimos a las 07:00 am y volvimos a las 19:00 pm. Visitamos varios puntos del Daintree en una traffic, hicimos varias caminatas, anduvimos en bote en busca de cocodrilos, visitamos una reserva natural aborigen y nos bañamos en un arrollo en el medio de la selva. Muy lindo día fue el que pasamos en el norte de Cairns.
Cairns, la distinta
A pesar de ser una ciudad chica, quedamos enamorados de Cairns. Si bien puede parecer una ciudad de paso para hacer varias excursiones, nosotros tuvimos la suerte de recorrerla en su profundidad y descubrir que más allá de lo comercial se encuentra una ciudad amable, tranquila, feliz y respetable. Tiene un sendero que recorre toda la orilla de un mar intenso y respetable (no se puede nadar en sus aguas porque hay peligros de encontrarse cocodrilos, manta rayas y medusas). Los morros que la rodean, la amabilidad y alegría de sus habitantes, su playa artificial, todo esto y mucho más hacen de la ciudad de Cairns una de nuestras preferidas.
Siempre vamos a recordar en nuestros corazones a Paul y a Cairns, y viviremos con la esperanza de algún día volver a reencontrarnos.
El viaje siguió por Tokyo, Japón. Con Cairns cerramos nuestro recorrido por la Costa Este de Australia. Con lágrimas en los ojos nos despedimos hasta la próxima de este hermosos país que nos supo alojar por casi un mes.
Nos leemos...
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