A veces me deprimo de tal manera que si me pregunto el por qué, no consigo respuesta exacta. Es una mezcla de sentimientos que afloran a mi mente y me colocan el corazón chiquitico, me asaltan recuerdos de un día así como de tantos otros en que coexisto con todo un pueblo tan aguerrido históricamente pero que ahora se encuentra como amarrado entre lo que sucede, lo que se vive y por lo que se lucha…
Sólo me queda desahogarme con algun escrito que después lo recopilo como vivencias de un presente, y así obligarme a que sea registro más bien para un triste pasado. Un día como otro escribí en forma contable «Caja Chica» , ese día fue exactamente el 03 de Mayo del año 2004.
CAJA CHICA 03-05-2004
Clara y triste realidad
del pobre por dinero
aun caminando encadenado
por apetitos de malos gobiernos,
desatan su esperanza firme
en principios y valores
del cuido y albergue
en la superación de su prole.
Que obscura y triste realidad del pobre
con dinero conseguido en la venta de conciencias,
sin principios, sin esperanzas de libertades,
transitando por caminos como cabras al matadero;
dejando la cruel herencia, a sus hijos
por ellos convertidos en inocentes víctimas,
de laureles conseguidos en ministros y primeras damas
sin olvidar las espinas de esa corona de egos,
en que se ha convertido a los descalzos hijos de éste bello pueblo.
Escuchemos el clamor de generaciones patrióticas,
basamento de nuestra sangre de venezolanos concientes
que no se venden, que no se alquilan
capaces de dar la vida para orgullo de sus hijos.
Pido clemencia a las madres… de ministros
de esas «primeras damas»; respeto a la mujer sufrida.
En no seguir permitiendo incitación
de sangre derramada de los hijos por los hijos.
Sangre tan deseada por éste gobierno vampiro,
que hace que la CAJA CHICA
con el debe y el haber, hagan de Venezuela
el capital paupérrimo de perder nuestros derechos
en el Morir o en el Vencer.
Autora: Rosalba Linares