En el día de cumpleaños de mi madre, Lucía, sale este poema que formará parte de la dedicatoria del (que acaba de ver la luz) que en verdad es suyo y no es para menos... Es que este presente que hoy vivo no sólo es un sueño mío, sino que antes fue soñado y hasta parido por ella misma... Este sueño mío primero fue su sueño, por ende este libro es también suyo.
Uno siempre primero amaneció en otros...
Este sueño que ahora se hizo realidad, no es sólo mío,
este sueño nació en vos mucho antes que yo naciera
este sueño mío, que en vos fue desvelo
y que en mí se hizo brasa, flama, incendio
me quemó -muy de a poco- por dentro
hasta convertirse en realidad haciendo cenizas
aquello -que alguna vez- fue tan sólo deseo. Leandro Murciego
(Caja china)