“Caja de Música” programará un bolo al mes en el Café Berlín de Madrid. Próxima cita: TRACK DOGS / 30 de mayo.

Publicado por Caja de Música (Blog & Roll) el 7 mayo 2012 · Dejar un comentario 

Aunque suene cursi –puede incluso que lo sea– se me hace chicha una ilusión. Pato, el programador del Café Berlín de Madrid –sala con la que estoy también profesionalmente relacionado– me ha propuesto hacerme cargo, vía el blog, de una noche al mes. Es decir: escoger la banda, darle al bolo el sentido que considere oportuno, cuidar los detalles de producción, bla, bla, bla…

   De algún modo, el concierto de Marco R. Wagner, a quien tanto se quiere y admira en este blog, sirvió de prueba y abrió una puerta –thanx, bro!–. Pues lo cierto es que aquella noche salió todo redondo. En lo estrictamente musical, que es lo que aquí nos importa, disfrutamos de un concierto espectacular, vibrante. Los músicos estuvieron magníficos, y lo disfrutaron como niños, y detrás de ellos todos los que estábamos allí –muchísimas gracias a los colegas y lectores del blog por el respaldo, me hizo sentir cojonudamente bien–. Así que habrá que repetir, dije yo y dijeron otros y en esas estamos.

   La misma noche del bolo de Marco, conocí a Robbie K. Jones. Robbie, que participó tocando el cajón en un par de temas, es el percusionista de los Track Dogs –la anterior Garrett Wall Band–, una banda de folk acústico muy “song oriented” cuyos miembros residen en Madrid. La conexión con Robbie fue inmediata. Comenzamos hablando del bolo, del excelente sonido –mil gracias, Lolo–, de la personalidad peculiar del espacio como sala… Y seguimos, cómo no, hablando de música. De la música que hacen los Track Dogs, claro, pero también de otra mucha, de bluegrass, de la faceta de Robbie como banjista, de los artistas que publican con Monde Green Records, el sello de la banda… Una cosa llevo a la otra y los 20 minutos estaba todo apañado, detalles incluidos: el 30 de mayo, concierto de los Dogs en el Berlín movido por Caja de Música.

   Y con eso en mente estamos. Dándole vueltas al asunto y currando, a gusto, un poco como quien cocina con cariño un buen papeo para un selecto grupo de amiguetes y comensales. El  objetivo es volver a disfrutar de una noche estupenda de rock & roll. Los músicos, los primeros. Y detrás de ellos todos los que allí estemos. La cosa pinta bien, si tenemos en cuenta que canciones como las de aquí abajo son las que hacen quienes son los principales involucrados. Ea, pues.

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