The imagination tree
El niño desde que nace está en contacto con el mundo a través de los sentidos. Es bastante conocida la importancia de la estimulación sensorial en los primeros años de vida.Las cajas sensoriales, contenedores sensoriales o caja de tesoros, además de ser divertidas son una excelente herramienta educativa para estimular los sentidos, despertar la curiosidad, la observación y el desarrollo de la psicomotricidad fina.
¿Cómo se hace una caja sensorial?
Cualquier recipiente puede convertirse en una caja de juego sensorial. Puede usarse un contenedor plástico de esos que se colocan bajo la cama, una caja de cartón, una cesta, una bandeja de hornear etc. Para hacer la base pueden usarse una serie de materiales. Si bien, la mayoría se centra en el tacto y la vista, es posible también incluir objetos que estimulen el olfato, el gusto y el oído.
Algunos de los materiales pueden ser:
Arroz crudo
Pasta (casi cualquier forma)
Agua
Periódicos cortados en tiras
Barro
Arena
Piedritas
Bolas de algodón
Frijoles secos
Maíz seco
Avena
Palomitas
Para manipularlas se incorpora una cuchara, una taza, unas tenazas o una palita de jugar con la arena.
Para el material manipulativo se puede colocar juguetes pequeños como: cochecitos, juegos de construcción, legos, pelotas... u objetos tales como cortadores de galleta, utensilios de cocina, conchas marinas etc.
Estas cajas pueden ser usadas con niños grandes y pequeños, sólo basta adaptar los objetos a la edad del niño. Su contenido es versátil y pueden trabajarse conceptos como:
Áspero / suave (bolas de algodón, piezas de seda)
Colores
Formas
Naturaleza
Frío o caliente (congelar los juguetes pequeños en cubos de hielo)
Animales (casa de mascotas, animales de granja, insectos ...)
Si os gustan las cajas sensoriales en este enlace encontraréis un montón de ideas.