Dicen que hablando un@ mism@ de sus gustos y hobbies se adivina cómo es. Lejos de describirme con grandes palabras, qué mejor que hacerlo con las cosas que más me gustan; no es más que un intento de que quien lea conozca quién escribe al otro lado. Así de sencillo, como el mecanismo de un chupete
Empecemos pues. Sobra decir que me encanta no solo leer sino también escribir, no con la firme convicción de ¡ea! escribir una novela por obra y gracia de la santa creatividad (bien por quien la tenga por don), sino más bien todo lo contrario: para eludirme de la vida diaria, su rutina y los problemas que todo ser humano lleva a cuestas. Es más un bálsamo para el espíritu, o algo así. Sea como fuere, escribir me relaja, casi tanto como leer. Soy de letras, como se suele decir en los ambientes estudiantiles, así que más razón de peso. Como una vez dije: leer y escribir, dos verbos que siempre estamos acostumbrados a ver juntos de la mano y que yo hago que sigan así en mi cabeza.
Eso está bien pero, ¿qué leo y a quién leo? De todo. Mayormente una buena novela de literatura juvenil y/o adulta, ya sea romántica o ¡qué se yo!, de suspense o fantasía; no le hago ascos a casi ningún género narrativo. La poesía, muy bonita ella, prefiero verla desde la distancia y el teatro, bueno, tiene la ventaja de que es rápido de leer, así que ¿quién sabe?. Michael Ende, Federicco Moccia y Nicholas Sparks están estre mis autores favoritos, pero leo a quien sea si sus libros me conmueven y entretienen; son como con las películas, me tienen que dejar con el pompis bien pegado a la silla de la emoción y ¡sí! la diversión y entretenimiento que acarrean. La Historia Interminable del maestro Ende es mi libro más fetiche.
Siguiente punto: adoro el cine, soy una cinéfila confesa de todos los géneros, perdón, casi todos, que siempre hay alguno que nunca te acaba de molar mucho. Películas favoritas no sabría decir, hay tantas y otras tantas he visto, pero siento predilección por los films de la década de los 80, las llamadas teen movies de aquellos maravillosos años y las comedias familiares tipo Los Goonies. De estos años destaco la trilogía Regreso al Futuro (mítico el DeLorean), la cual nunca me canso de ver. Puedo visionar cine clásico en blanco y negro y hasta alguna en mudo, no me importa, pero eso sí: reniego del cine en 3D y del visionado de la omnipresente porque-parace-que-lo-vale Avatar. Acabo este párrafo diciendo que las películas en VO merecen la pena verlas, de hecho algunas tengo con susbtítulos en inglés integrados (suenan de maravilla). Útimamente me está agradando, y mucho, el cine italiano (todo empezó con Manuale d´Amore ....), más en versión original claro (y soy de las que piensan que en España la calidad del doblaje es muy buena).
Música siempre ...
Y con la música hemos topado. Me pirra el pop/rock internacional cantado en inglés of course, y sobre todo la música de la década prodigiosa. La clásica me relaja, especialmente bellezas como el Nessum Dorma de Puccini; envidio las voces de soprano. Las bandas sonoras están a la orden del día (por ellas delato las pelis) y de nuevo, los italianos como Eros Ramazotti, Tiziano Ferro o Nek tienen la culpa de que en mi discoteca personal hayan discos del país de la bota. Dando un paseo por mi Melomanía Literaria se puede hacer idea de lo que me gusta escuchar en mi iPod o mp3.Y, ¿por dónde ando? Virtualmente claro. En este blog por supuesto en primera instancia, pero también me dejo caer (o me dejaba caer mejor dicho) por el foro de Los Filólogos. Me gusta leer y seguir algunos blogs literarios, los de Afilia2 y Blogroll son solo una muestra, no sé si ligera por la cantidad inmensa. Las redes sociales (como Avatar, omnipresentes hasta en la sopa) no me seducen en absoluto, y dudo que lo hagan en un futuro (¿no dicen que las modas pasan?). Pero para publicitarse se debe estar, así que FB merodea desde hace tiempo por Facebook y Twitter, a día de hoy sin mucho éxito que digamos, pero da igual, insisto, no me seducen. Me conocen más por los lares del todopoderoso Google y las distintas afiliaciones que por estos sitios muy apartados de mi satisfacción personal. Mandaba reseñas (ahora estoy de parón, ya retomaré la rutina) a Senderos Íberos y mis escrituras varias (relatos, historias y demás avatares literarios) los plasmo en Montones de Letras.
Y hasta aquí puedo escribir. Dejo al libre albedrío de quien lea esto el honor o la ocasión (queda más humilde) de aventurarse a describirme. ¿Quién osa a tirar la 1ª piedra? :-p
Filóloga Bibliófila