Cajón Deportivo…por César del Campo de Acuña
Aficionados al deporte, sean bienvenidos una vez más a Cajón Deportivo, la sección dedicada a recordar a todos aquellos ídolos del deporte que han caído, más o menos, en el olvido. Hoy les voy a hablar de la otra mitad de las “Torres Gemelas” de los Houston Rockets.
¿De quién hablamos?: de Ralph Lee Sampson, Jr., Ralph Sampson, un exjugador de baloncesto estadounidense nacido el 7 de julio de 1960 en Harrisonburg, Virginia. Con sus 2.24 de estatura jugó toda su carrera en las posiciones de ala-pívot y pívot.
¿Por qué le recordamos?: Los aficionados al deporte en general, y al baloncesto en particular, le recordamos, más allá de por su colosal estatura, por ser el número 1 del Draft de 1983, por formar una dupla interior formidable con Hakeem Olajuwon en los Houston Rockets conocida como las “Torres Gemelas” y por ser uno de los grandes jugadores que, por culpa de sus lesiones, no terminaros de desarrollar todo su potencial.
¿Qué fue de él?: Tras retirarse definitivamente en 1995 del baloncesto profesional (su ultimo equipo fue el Rockford Lightning de la Continental Basketball Association) Ralph Sampson se ha dedicado fundamentalmente a entrenar a todos los niveles. Empezó como técnico asistente en la James Madison University, luego pasó por un equipo de las ligas menores en Richmond, Virginia (los Richmond Rhythm de la desaparecida International Basketball League). Antes de ser contratado por los Phoenix Suns en 2013 para ayudar en el desarrollo de jugadores monto una escuela de baloncesto (Ralph Sampson Basketball School) y dos empresas (Sampson Marketing y Sampson Sportswear). Por otro lado creo la asociación Winner’s Circle para ayudar a jóvenes atletas a conseguir becas universitarias.
¿Sabías que…?: A los 14 años de edad ya superaba los dos metros de altura. En su último año en el instituto Harrisonburg medía 2.16 y destacaba como un jugador capaz de hacerlo todo en la pista. Lidero a su equipo a dos Campeonatos Estatales consecutivos (1978 y 1979). En la última temporada promedio 30 puntos, 19 rebotes y 7 tapones por partido. A pesar de no haber sido seleccionado de no haber sido seleccionado como high school player of the year (tal honor fue recibido por el pívot Sam Bowie) las universidades de todo el país no paraba de llamar a la puerta de Sampson. Este, un chico de campo (como el mismo se definió en una entrevista telefónica) en lugar de optar por una de las grandes como Carolina del Norte o Kentucky se decantó por la Universidad de Virginia.
La carrera de Ralph Sampson en el baloncesto colegial fue una de las más exitosas de la historia. Es cierto que a nivel colectivo no logro llevar a su equipo a ganar el título de la NCAA pero si los acerco a una Final Four, los llevo a ganar el National Invitation Tournament en 1980 y a una participación en el NCAA Elite Eight. A nivel individual logro tres premios al jugador del año universitario (Naismith Awards) algo que tan solo había conseguido con anterioridad Bill Walton. Se llevó dos veces el John R. Wooden Award (otro premio al mejor jugador del año), fue designado en tres ocasiones jugador del año de la Atlantic Coast Conference (ACC), fue nombrado miembro del quinteto ideal de la ACC durante tres años consecutivos y fue nombrado en los mismos años para el quinteto ideal nacional (All-American). No extraña que la Universidad de Virginia decidiera retirar su dorsal (número 50). Por otro lado en 1979 ganó una Medalla de Oro en los Juegos Panamericanos celebrados en San Juan.
Estuvo a punto de presentarse al Draft de la NBA en 1982, pero se le pasó el tiempo y paso un año más en la Universidad. Podría haber sido escogido por los San Diego Clippers o Los Angeles Lakers en el caso de que se hubiera presentado. Sampson, jugador que quería pasar desapercibido dada su natural timidez seguía acaparando elogios, pronósticos y portadas de Sports Illustrated (hasta seis en un periodo de 5 años o lo que es lo mismo de 1979 a 1983). Algunos analistas aseguraban que Ralph Sampson se convertiría en la cuarta cara del monte Rushmore de los hombres altos del baloncesto junto a Bill Russell, Wilt Chamberlain y Kareem Abdul Jabbar cuando el espigado jugador de Virginia se presentó al Draft de 1983. Fue seleccionado, como no podía ser de otra forma, con el nº1 del Draft del citado año por los Houston Rockets. En Aquel año llegaron jugadores a la competición como Dale Ellis, Byron Scott, Doc Rivers o el futuro miembro del Salón de la Fama y de la lista de los 50 mejores jugadores de todos los tiempos Clyde Drexler.
Su primer año como profesional fue bastante bien. Fue titular en los 82 partidos de la temporada regular, promedio 21 puntos por encuentro, capturo más de 11 rebotes por lance, puso casi 2 tapones y medio por choque y logro repartir 2 asistencias por noche. Pero a pesar de su buen desempeño en la pista y de la confianza que Bill Fitch puso en su joven estrella los Rockets se perdieron los Play offs al obtener un balance negativo de 29 victorias por 53 derrotas que les valieron terminar sextos en la división Midwest. Eso sí, Sampson se hizo con el premio al Rookie del Año y fue miembro del equipo All-Star de aquel año por la Conferencia Oeste.
El revulsivo que los Rockets necesitaban para cambiar su fortuna llego al año siguiente cuando lograron hacerse una vez más con el número 1 del Draft que se transformó en Hakeem Olajuwon. Sampson, por su peso, fue desplazado a la posición de ala-pívot y formo una sociedad interior con Olajuwon de auténtico lujo que los medios no tardaron el bautizar como las “Torres Gemelas”. El dúo no lo pudo hacer mejor; El equipo termino 2 en la división Midwest y aunque fueron eliminados por los Utah Jazz en la primera ronda (2-3) los Rockets habían vuelto a los Play offs después de tres años de ausencia. En el plano personal Sampson fue nombrado All-Star una vez más (tambien Hakeem Olajuwon) y gracias a su buena actuación se hizo con el MVP del partido.
Su tercera temporada en Houston le vio perderse sus primeros partidos como profesional. Tras dos años jugando los 82 partidos (y siendo titular en todos ellos), Sampson jugo 79 y fue titular en 76 de ellos. La influencia de Hakeem en el juego de los Rockets se hizo palpable en las estadísticas de Sampson las cuales descendieron. Eso sí, el equipo de Houston termino primero en su división y llego a las finales de la NBA tras barrer en los Play offs por este orden a: Sacramento Kings (3-0), Denver Nuggets (4-2) y Los Angeles Lakers (4-1). Perdieron la final con los Boston Celtics de Larry Bird y compañía (4-2). Sampson volvió a ser All-Star.
En su siguiente temporada comenzó el calvario que lastraría su carrera. Se lesiono a mitad de temporada (solo jugo 43 partidos) de gravedad la rodilla. Aquello marco un antes y un después en su carrera. Eso sí, jugó su Cuarto All-Star Game consecutivo. Desafortunadamente para Sampson, decidió forzar su vuelta a la cancha (algo de lo que se arrepintió años más tarde) y lo hizo sin haber sanado completamente. El resultado fue terrible y no volvió a rendir al mismo nivel. Bill Fitch cansado de no disponer de una de sus estrellas desmantelo las “Torres Gemelas” y mando a Sampson a Golden State Warriors a mitad de la temporada 1987/1988 junto a Steve Harris a cambio de Joe Barry Carroll, Sleepy Floyd y dinero en efectivo. Los directivos de los Rockets se habían hartado de sus lesiones y de su falta de actitud (midiendo 2.24 apenas pisaba la zona rival).
Su periplo en Golden State Warriors fue el diario de una muerte anunciada. En temporada y medía sus números pasaron de algo más de 15 puntos por partido a poco más de 6 puntos por encuentro. Los Warriors no dudaron en deshacerse de Sampson el 27 de septiembre de 1989. Lo traspasaron a los Sacramento Kings a cambio de Jim Petersen. En los Kings estuvo hasta 1991, sin jugar mucho, cuando el equipo le corto a causa de sus lesiones. Ficho entonces como agente libre con los Washington Bullets el 19 de noviembre de 1991 pero apenas podía estar más de 5 minutos por partido en la cancha. Los Bullets le cortaron el 6 de enero de 1992. Sampson sabía que las puertas de la NBA se le habían cerrado por lo que busco refugio profesional en Europa y quiso el destino que recalara en las filas del Caja de Ronda donde tan solo jugó 8 partidos antes de ser cortado.
Padre de 8 hijos con cinco mujeres diferentes Sampson no paro de tener problemas legales al respecto de impagos de manutención de sus vástagos. Por otro lado, aunque nunca se ha declarado formalmente en bancarrota, Sampson como otros tantos exjugadores ha sufrido serios problemas financieros. Por otro lado, a forma de nota positiva para finalizar, el que es uno de los 10 jugadores más altos de la historia (aunque en su estatura está empatado con Priest Lauderdale, Rik Smits y Mark Eaton y solo superado por gigantes como Gheorghe Mureşan, Shawn Bradley, Chuck Nevitt, Yao Ming, Manute Bol, Sim Bhullar, Pável Podkolzin y Slavko Vraneš) es miembro del Salón de la Fama del Baloncesto desde abril de 2012.
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