La diseñadora de mobiliario Christiane Högner ha hecho de su oficina en Bélgica un lugar donde lo desechado vuelve a recuperar el aliento. Solo hay que ver lo bien que ha quedado la estantería hecha con las típicas cajas de plástico que, esperemos, se las haya encontrado en la basura y no se las haya robado al de Panrico.
Vía Re-Nest
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