Fue una de los 10 galgos abandonados en una escombrera de la Cañada Real que requisó la Policía Municipal, para después ser trasladados a la perrera de La Fortuna en octubre del pasado año. Finalmente hemos podido sacarla de allí junto Duna, también en adopción.
Cala es una perita dulce, buena y tranquila; debido a su circunstancia se muestra algo tímida, desconfiada y asustadiza ante la presencia de las personas. Con otros perros no tiene problema, se relaciona perfectamente.
Se encuentra en Madrid a la espera de un hogar calmado y comprensivo que le aporte la seguridad que necesita para vencer sus reservas.
Se entrega desparasitada, vacunada, chipada, con las pruebas de enfermedades hechas, esterilizada y con contrato de adopción.
Si quieres apadrinar, acoger o adoptar a Cala escribe a [email protected] o [email protected]
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