Sabor de herencia prehispánica
Oaxaca tiene una gastronomía tan vasta y diversa que da la impresión de ser inagotable. Después de varias semanas de caminar por territorio oaxaqueño, sería pretencioso de mi parte decir siquiera que he avanzado un poco en el largo trayecto del descubrimiento de sus maravillas gastronómicas. Sin embargo hay platillos, o tal vez debería decir: eventos culinarios, que merecen una mención aparte y con toda seguridad el Caldo de piedra es uno de ellos.
Foto tomada de internet
Cuando me refiero a un “evento culinario” en realidad estoy hablando de algo que va mucho más allá de degustar un platillo; se trata de toda una celebración, incluso un rito que comienza desde la recolección y preparación de los alimentos. Esta delicia podría remontarse a un periodo cercano al cultivo del maíz, ya que la pesca fue una de las primeras actividades con fines alimenticios en las que se vio involucrado el hombre. Este caldo prehispánico le pertenece al pueblo chinanteco, originario (en parte) de San Felipe Usila, en la Región Papaloapan, distrito de Tuxtepec, al norte del Estado de Oaxaca.




