Revista España
Noviembre es un mes en el que ya nos adentramos en lo que será el frío invierno, la menor duración de los días ya se nota y las temperaturas ya empiezan a establecerse bajo cero en gran parte de la geografía aragonesa. Tiempo de siembra de trigos y cebadas para quien todavía no lo ha hecho. Pocas setas quedan ya pero, los primeros días de noviembre todavía pueden encontrarse ejemplares de varias especies en los lugares protegidos de las heladas nocturnas.
Los zorzales común y charlo se establecen en los olivares del prepirineo, en los sabinares de Teruel o en los pinares del valle del Ebro, iniciando la invernada en nuestras tierras. Es tiempo peligroso para ellos... todavía persiste, pese a su prohibición, la tradición del parany en algunos lugares, y la época de caza en nuestras tierras acaba de empezar. Los Estorninos pintos del resto de Europa se han unido a los Estorninos negros, formando enormes bandos de miles de ejemplares que acuden fielmente a dormir cada noche a los mismos lugares. En Huesca o Monzón lo saben bien, habiendo tenido que montar complejos sistemas para asustarlos y sacarlos de los árboles del interior de la ciudad. Grandes bandos de Avefrías, entre las que se mezclan algunos Chorlitos, cubren los campos de alfalfa de las llanuras agrícolas del valle del Ebro. Las Avutardas, las Gangas y las Ortegas monegrinas ya se han agrupado tras la reproducción, al igual que han hecho también las perdices rojas. El Sarrio inicia el celo en las cumbres de los Pirineos y las Marmotas permanecen en el interior de sus madrigueras, esperando nuevamente la llegada de la primavera. La Cigüeña blanca o la Abubilla permanecen en tierras aragonesas y pasarán el invierno entre nosotros, ya no emigran a tierras africanas a la llegada del frío.
El Acebo anda cubierto de sus llamativos frutos de color rojo, fuente alimenticia para el Urogallo en estos fríos meses que se avecinan. En los bosques de Pirineos o de Moncayo parece que este año se ha retrasado el otoño y los tonos ocres, rojizos, amarillos y tantos otros que lucen las diferentes especies en esta época podemos verlos todavía en su máximo esplendor en los primeros días de este mes. En las partes más bajas, los chopos y los tamarices ya pierden sus hojas.