Revista España
A lo largo del mes encontramos infinidad de setas en la mayor parte de los montes aragoneses. Los bosques mixtos de Pirineos, Moncayo y tantos lugares de nuestra región adquieren un contraste de colores que aparentan oleos y nos muestran una belleza fugaz que solo podremos ver en esta estación. Gran número de árboles, arbustos y otras plantas ponen sus llamativos frutos a disposición de la fauna. Entre los muchos que podemos encontrar este mes destacan Nogal, Almez, Serval de cazadores, Granado, Robles, Carrasca, Endrino, Olivo y un largo etcétera.
Numerosas aves invernantes se encuentran ya en nuestras tierras. Los Milano reales merodean ya los numerosos comederos instalados para las aves carroñeras a lo largo de las sierras aragonesas. Los bandos de Estornino pinto se agrupan ya al atardecer en dormideros comunes con miles de ejemplares. Los regadíos y zonas húmedas del valle del Ebro albergan grupos numerosos de Avefrías, Combatientes, Chorlitos dorados y otros limícolas. Las grullas comienzan a ocupan ya su lugar en Gallocanta, aunque pequeños grupos se quedan a pasar el invierno en otros lugares propicios. El Gavilán, especie que se alimenta principalmente de pequeños pájaros, sigue incansablemente los bandos de pequeñas aves, de los que va alimentándose.