Con unas condiciones así no es de extrañar que los valencianos vivan su tiempo libre en el exterior y disfruten de un buen café o un chocolate caliente en plazas tan monumentales y vivas como la de la Virgen o la de la Reina, en enclaves como el Mercado Colón, en avenidas ajardinadas como la de la Alameda o rodeados de una imponente arquitectura y espacios verdes como los de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Para los más sibaritas la ciudad es una tentación en abierto. Valencia Cuina Oberta Restaurant Week repite edición del 9 al 18 de noviembre, donde los chefs más consagrados abren sus cocinas con propuestas culinarias especiales a precios fijos de 20 € al mediodía a y 30 € para la cena.
Además, un tour de tapas por el Barrio de Carmen nos descubre la cocina de la Valencia milenaria: platos tradicionales y de autor en los restaurantes ajardinados o una paella bajo el sol de la Marina Real nos sumerge en su estilo de vida mediterráneo.
Para completar la visita, una mañana de compras en el Mercado Central nos cautiva con todos esos aromas y alimentos frescos.
Y ese mismo clima atemperado que invita a reunirse en restaurantes y terrazas en el exterior, es el aliado de las opciones más activas durante el otoño e invierno valenciano.
También un día de golf en el Club de Golf de El Saler, una salida en catamarán por el Mediterráneo, un curso de vela o un paseo por las playas para contemplar el sereno paisaje invernal de la costa, son impensables en otros lugares de la Península o de Europa.
Para aprovechar al máximo tu estancia en Valencia, infórmate sobre la Valencia Tourist Card, la tarjeta que además de ofrecer transporte urbano ilimitado, te permitirá acceder gratuitamente a museos como el IVAM, l’Almoina, las Torres de Serranos, así como obtener descuentos en restaurantes, tiendas y servicios turísticos.
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