Entre las homenajeadas, nuestros colaboradoras
Beatriz Quintana Jato y Carmen Arroyo.
El Ayuntamiento rindió un cálido homenaje a la mujer palentina con inteligencia y acierto. Dado el tiempo que vivimos de pandemia que, gracias al innegable esfuerzo y profesionalidad de nuestros sanitarios y personas que trabajan anónimamente, va remitiendo, el contacto físico se ha evitado. Y miren por dónde, sin espacio público con separación debida y demás protocolos, se ha logrado algo mucho más importante de lo que, quizá, ellos pretendían o esperaban.
Alcalde y Comisión encargada han convertido el acto en multitudinario, sí, no exagero, porque cada persona que pasee nuestra querida calle Mayor tiene que hacer parada, por curiosidad, o por otro motivo, ante cada una de las mujeres seleccionadas que, toreras al viento del aire palentino, junto a unos dibujos hermosos de Noemí Villamuza Manso aparecen en carteles, con la fotografía de la mujer y un currículo bien elegido, que cuentan y honran a quienes estuvieron antes que quienes aún vivimos y permanecen en la memoria del pueblo que ama a quien hizo por él mucho -con sus manos o con su mente- siempre con generosidad, abriendo brechas en todos los frentes para que la mujer fuese reconocida no como solo compañera del hombre, sino a su misma altura, y con derecho a demostrar que por trabajadora, avispada e inteligente no se le pone nada por delante.
No debemos olvidar a Trinidad Arroyo, oftalmóloga; Dorotea Santos, defensora del pan para quitar el hambre de los pobres; Cres Sanz Ruipérez, educadora y poeta; Cristina Marugán que ayudó a nacer a tantos palentinos; Casilda Ordóñez, poeta y profesora; Blanca de Castilla reina de Francia, madre de san Luis; Sofía Tartilán, periodista y escritora; Regina Lago, maestra que cuidó de los niños durante la guerra civil.
Junto a ellas estamos -desde aquí agradecemos sinceramente la atención recibida- quienes aún seguimos pisando esta calle Mayor. No pongo nombres pues La quinta no daría para tantos. Reflejo algunos de los campos en los que nos movemos: pintoras, deportistas, escritoras, poetas, educadoras, sindicalistas, investigadoras científicas, defensoras sociales, trabajadoras. Las palentinas frente al duque de Lancáster defendieron la ciudad y, más tarde en las fábricas de mantas, quitaron el frío de muchos españoles.
Sentir de la palabrapara "Curiosón" de Carmen Arroyo.