No, con calientamanos no me refiero al juego de darse con las manos hasta que estas quedan rojas. Juego que, por cierto, no os lo recomiendo si no queréis haceros un esguince en algún dedo. Me refiero a unos bolsas, que hasta hace nada no sabía ni que existían, que mediante una reacción química desprenden calor y son perfectas para estos meses, ahora que ya empieza a hacer frío.
Tras investigar un poco descubrí que estas bolsas están rellenas de una disolución sobresaturada de acetato de sodio que a temperatura ambiente está en estado líquido. Ahora bien, si doblamos un poco la chapa metálica que viene dentro de la bolsa, rompemos este equilibrio y la disolución se cristaliza rápidamente liberando energía en forma de calor.
Lo mejor de todo es que podemos volver a dejar la disolución en estado líquido metiendo la bolsa en agua hirviendo durante unos pocos minutos. De esta forma se recupera el estado inicial. Vamos, que es reutilizable.
Así que ya sabéis, si no queréis pasar frío este invierno en las manos, buscad estos calientamanos. En las tiendas Casa los tienen.