Revista Cine

Call me by your Name

Publicado el 01 marzo 2018 por Aleucine @aleucine

"La vida es como un melocotón"

Call me by your Name

Call me by your Name

Lo veo venir, hoy que termino mi repaso pre-Oscars me van a caer palos por todos lados, porque mi crítica a Call me by your Name va ser de todo menos simpática.

A ver señores, me siento fuera de toda esta escandalera colectiva que ha causado lo que es una película de amor veraniego del montón, es solo eso, una película de amor al uso, con un toque independiente, y con un foco que alterna muchos personajes (aunque tengan menos importancia que un melocotonero), pero es eso, una cinta de romance fugaz, eso si esta vez la pareja principal es homosexual, en una época donde era complicado hacerlo público (y estoy siendo suave), pero la sexualidad de los protas a mi no me parece que sume puntos a la historia (ni los resta evidentemente).

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Como os podéis imaginar por la introducción, a mi no me fascinó, no me impresionó la naturalidad con la que graba el director, es más, había planos y escenas que me daban risa (un melocotón, medio melocotón), y no creo que fuese la intención de la cinta.

Y menos mal por estas escenas ridículas, más cercanas al cine de Tommy Wiseau, porque sino me hubiese tenido que inyectar Red Bull en vena para mantenerme atento a una película con la que no estaba conectando en absoluto.

En cuanto actuaciones solo pienso destacar la del padre, y aquí me planto como un melocotonero (empiezan a ser forzadas las referencias...).

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Como digo, no he conectado con la historia de amor, no porque fuesen homosexuales, sino porque me ha parecido rara, y algo forzada, por mucha naturaleza que les rodee entre ellos no noté feeling (puede que fuese la diferencia de edad, quien sabe).

Lo que si me encantó, fue la relación con los padres, cada escena que tenía que ver con ellos, me quedaba encandilado por su sabiduría basada en el simple echo de amar a su hijo, y el discurso final del padre ya me remató, me dejó de piedra y con la piel de gallina.

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Llegados a este punto, el director sabe como ponerse las pilas, el romance se normaliza, y las emociones empiezan a brotar en mi persona, especialmente cuando el padre nos empieza a explicar de que va esto de vivir, una cátedra de 10 minutos que pasará a los anales de la historia cinematográfica.

Lo siento, ¡Que me llames por tu nombre! No me ha convencido, el amor de verano de toda la vida, no me ha parecido novedoso, no he conectado con los protagonistas y su fugaz aventura, y eso que trasfondo tenía, serán las expectativas que llevaba o las ganas de alzar cine normalucho.

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