Calle 211.

Cuándo la ciudad duerme,  otra ciudad despierta. Debe ser el influjo de la luna sobre los mortales, lo que hace despertar criaturas, sentimientos y fantasmas que solo se dan a partir de las dos o tres de la madrugada.Por ejemplo, si no hubiera noche, no habría Draculas ni vampiros, ni tampoco vampiras que sería un fastidio la verdad.  Si no hubiera noche, los poetas y los amantes desamados no escribirían esos intensos y tan tristes versos, que diría Neruda "Yo la quise, y a veces ella también me quiso. En las noches como esta la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito.", si no fuera por la noche, nadie podría mirar desde algún lugar a otro sin ser visto al amparo de la oscuridad, ni imaginarse ser el novio de la princesa más guapa de la isla, ni soñar con la libertad detrás de los barrotes, ni verla a lo lejos, tan deslumbrante como frágil iluminada por la fría luz de las farolas.Auuuuuuu¡¡¡¡¡