Este refrán, en opinión de la Academia, "advierte ser ocioso gastar palabras cuando hay instrumentos para probar lo que se dice." Pero también aconseja consignar por escrito lo que fiado a la buena fe de la palabra pudiera ser echado en olvido, como lo comprueba el pasaje anteriormente citado (n.0 16), puesto que:
-Palabras y plumas el viento las lleva.Se dice también, invirtiendo el orden de las dos oraciones:
-Hablen cartas y callen barbasPero lo más frecuente es usar este refrán como lo usa Cervantes, que es la consignada en la Colección del Marqués de Santillana y en la de Zaragoza:
-Callen barvas e'fahlen cartas.En un pasaje de la Gitanilla se alude al adagio, Pactos rompen leyes. Cervantes dice:
-Condiciones rompen leyes.